La Contraloría General de la República constató que el Gobierno hasta julio había ejecutado el 68 por ciento del presupuesto destinado a enfrentar la pandemia de Covid-19, gasto que principalmente ha sido utilizado para las ayudas económicas a la población.
De acuerdo con el balance del organismo, el plan de emergencia tenía hasta esa fecha 2.528.133 millones de pesos a disposición (1,28 por ciento del PIB), de los cuales el 61,5 por ciento corresponde a reasignaciones de diversos ministerios, servicios y otros órganos públicos, y el 38,5 restante a recursos adicionales obtenidos.
"Si comparamos enero a julio de 2020 con el mismo periodo del año 2019, el Estado recibió menos ingresos por concepto de impuestos y gastó menos en inversiones financieras", sostiene el ente contralor.
De ese monto, 849.733 millones estaban considerados para el bono Covid y el Ingreso Familiar de Emergencia, el 33,6 por ciento del total. La segunda mayor partida, de 510.248 millones (20,2 por ciento), estaba destinada a reforzar el presupuesto del sistema de salud; otros 383.150 millones (15,2 por ciento) al crédito Fogape y 291.761 millones (11,5 por ciento) a la Subsecretaría del Interior.
De dicho presupuesto total, el Gobierno había utilizado entre enero y julio 1.704.814 millones (el 67,6 por ciento), y que representa el 0,86 por ciento del PIB. En otros términos, gastó 87.614 pesos per cápita, según el informe de Contraloría.
El 38,2 por ciento de los recursos han sido ocupados en el bono Covid y el IFE, el 24,4 por ciento en el programa Fogape, el 15,8 por ciento en el sistema sanitaria y 11 por ciento en la mencionada Subsecretaría.