Las autoridades australianas anunciaron este martes el fin de la orden de confinamiento por el rebrote de Covid-19 sobre unas 8 millones de personas que viven en los estados de Victoria y Australia del Sur, mientras la medida sigue vigente en Nueva Gales del Sur, epicentro de la emergencia actual.
La restricción terminará esta medianoche tras permanecer durante 10 días en Victoria y 7 en Australia del Sur. No obstante, se mantendrán algunas medidas para evitar la propagación del virus, como la prohibición de visitas o el uso obligatorio de mascarilla.
En el estado de Nueva Gales del sur, donde se detectó el brote a mediados de junio, las autoridades sanitarias informaron este martes de 172 nuevos contagios; mientras que Victoria reportó diez; y el resto de las regiones no reportaron casos del nuevo coronavirus.
Una vez que se levanten las mencionadas cuarentenas, también estarán bajo una orden similar unas 6 millones de personas que habitan Sídney y sus comunidades aledañas.
La medida sobre la ciudad australiana más poblada, impuesta el 26 de junio, tiene previsto concluir este viernes, aunque algunos expertos creen que puede prolongarse hasta septiembre dado el número de contagios comunitarios.
El brote de Sídney, que las autoridades temen que se agrave por las manifestaciones contra el confinamiento del fin de semana, han generado críticas en torno al programa de vacunación que marcha con dos meses de atraso. Hasta el momento, un 16 por ciento de la población mayor de 16 años tiene su esquema completo.