Un 60 por ciento de habitantes de la Región Metropolitana evalúa como malo o muy malo el nivel de cumplimiento de la cuarentena obligatoria que se extendió por meses en distintas comunas de la capital frente al coronavirus, de acuerdo a la nueva versión del estudio "Santiago cómo vamos".
Además, un 59 por ciento de los 1.700 encuestados en 40 comunas de la capital entre el 16 de septiembre y el 3 de octubre dijo estar de acuerdo con volver a un período de encierro similar si fuera necesario, consignó El Mercurio.
Esta versión del estudio, cuya aplicación deriva de una red latinoamericana en la que también participan Bogotá, Medellín, Lima y Jalisco, entre otras, fue desarrollado por las universidades Central y Diego Portales, además de la fundación Red Ciudad Futura y la unidad técnica de Activa Research y un consejo consultivo de organizaciones civiles.
En relación con la gestión de sus respectivos municipios, 40,7 por ciento se manifestó conforme con la entrega de insumos básicos como medicamentos y alimentos. Sin embargo, la promoción del cuidado de la salud física y mental fue el área con más insatisfacción (38,3 por ciento) versus quienes aprobaron el trabajo en esta línea (32,5 por ciento).
Protección en el transporte
Los sondeados también evaluaron mal el distanciamiento físico en las calles (66,5 por ciento), y peor en el caso en los medios de transporte (70,6 por ciento). Pero el uso de mascarilla tuvo una valoración algo más positiva, con un 39,5 por ciento señalando que la gente la utiliza en las calles y un 37,4 por ciento opinando lo mismo en el contexto del transporte público.
La directora de Derecho de la Universidad Central y fundadora de Red Ciudad Futura, Paola Tapia, estimó que la mala nota al cumplimiento de las normas puede tener que ver con que la gente "sienta que no hay fiscalización, que falta comunicación de las medidas, o con una confianza en creer que no le va a afectar".
El estudio también analizó la percepción de los capitalinos de los tipos de transporte a los que acceden para moverse por la región, sección en la que el transporte público recibió un 30,3 por ciento de satisfacción versus un 40,2 por ciento de desconformidad.
Asimismo, el modo predilecto para trasladarse sigue siendo el automóvil, algo que preocupa a ONGs como la de la ex ministra Tapia, quien comentó al matutino que "el desafío más importante es priorizar en la agenda pública los modos sustentables".
"La gente está dispuesta a usar la bicicleta, el Metro, pero siempre y cuando eso se haga en contexto regulado y adecuado. Sin lugar a dudas, existe la visión de que debería ser prioridad para el Gobierno", aseguró.