César Astudillo, fiscal jefe de Quillota, informó que se inició una investigación luego de que se diera a conocer que una veintena de trabajadores municipales celebraran un cumpleaños al interior de un gimnasio municipal, donde se incumplieron las medidas sanitarias.
El persecutor explicó que "se trata de un hecho grave (...) a través de una ley, se modificó el código penal y se estableció específicamente que era una circunstancia agravante el hecho de convocar o reunirse en celebraciones que estén prohibidas por la autoridad sanitaria, una de ellas como la que convoca ese hecho".
"Son funcionarios municipales que usan dependencias municipales para realizar una celebración masiva en la que además se aprecia que no se tomó ninguna medida de seguridad, como uso de mascarilla o la distancia necesaria", agregó Astudillo.
"Compraron una torta y tomaron la mala decisión de sentarse en una mesa, sin mascarillas, a comer torta. Esto es grave, lo rechazamos", afirmó el alcalde de Quillota, Luis Mella.
"Es un comportamiento que no respetó las normas que nosotros mismos estábamos planteando a la comunidad. Nos pondremos de pie, salimos adelante con todos los funcionarios municipales, a quienes una vez les agradezco su trabajo. También a los que cometieron esta falta, sancionamos a todos los que corresponden", subrayó.
"Les quiero pedir respeto hacia los funcionarios municipales, son seres humanos como cada uno de ustedes, que han entregado lo máximo todos estos meses para poder enfrentar la pandemia", cerró.
En este contexto, los trabajadores de la Oficina de Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco) implicados, arriesgan hasta tres años de presidio en caso de ser condenados.
A contar de septiembre, el actual administrador municipal Oscar Calderón asumirá como nuevo director de la Dideco, manteniendo, además, su calidad de alcalde subrogante.