Las nuevas medidas para frenar la oleada de contagios de Covid en Francia suponen "una lucha contrarreloj", según dijo el primer ministro francés, Jean Castex, que anunció hoy la imposición del teletrabajo tres días a la semana; además adelantó la dosis de refuerzo y reintrodujo limitaciones en bares.
Para el Gobierno francés el principal campo de batalla continúa siendo los antivacunas. En torno al nueve por ciento de la población adulta no ha recibido ninguna pauta de vacunación, por lo que a partir del 15 de enero convertirán el actual pasaporte sanitario en un pasaporte de vacunación.
Es decir, para entrar en bares, restaurantes, cines, teatros, gimnasios y otros lugares públicos, será necesario demostrar que se recibió la pauta de vacunación completa, y no será posible presentar en su lugar un test negativo.
La medida se incluyó en el proyecto de ley que aprobó hoy el Consejo de Ministros, reunido de urgencia para tratar el deterioro de la crisis sanitaria, y que empezará a ser debatido por los diputados el día 29 con vistas a su aprobación en las primeras semanas de enero.
"La vacunación sigue siendo el corazón de nuestra estrategia, como sucede en los países vecinos. Aunque no impide ni contagiarse ni transmitir la enfermedad, reduce el riesgo de que así sea y sobre todo, previene las formas graves, incluso del ómicron", dijo Castex en rueda de prensa al final de la reunión.
Para ello, el Ejecutivo francés ha aprobado un adelanto de la dosis de refuerzo, que, por recomendación de la Alta Autoridad de Sanidad, pasará a ser de tres meses tras la finalización de la primera pauta completa, y no cinco meses como se permitía hasta ahora.
Las medidas más drásticas quedaron de momento excluidas: el regreso de los alumnos a clases no será pospuesto más allá del 3 de enero, cuando acaban las vacaciones navideñas, ni habrá confinamiento general o toque de queda este 31 de diciembre.
Sin embargo, las tres próximas semanas estarán marcadas por una reintroducción a las medidas santarias que en algunos casos habían pasado a formar parte del recuerdo.
LIMITAR CONCENTRACIONES
A partir del 3 de enero las grandes concentraciones estarán limitadas a 2.000 personas en interior y 5.000 en exterior, quedando prohibidos los conciertos de pie, así como el consumo de bebidas y alimentos en cines, estadios y medios de transporte, incluso los de larga distancia.
Esta medida no afectará de momento a los mítines políticos, aunque intentarán acordar las normas con todos los partidos, cuando el país se encuentra a menos de cuatro meses de las elecciones presidenciales, fijadas para abril.
En los bares, no se podrá consumir de pie en la barra, y se anulan igualmente todas las ceremonias de Año Nuevo.
Además, se impuso durante un mínimo de tres semanas la obligación de las empresas de recurrir al teletrabajo al menos tres días a la semana, aunque aconsejan que sean cuatro.
Castex también dio pie a que las delegaciones de gobierno aprueben el uso obligatorio de la mascarilla en los centros de algunas ciudades, y advirtió que el tiempo de aislamiento de los contactos estrechos con positivos va a ser reajustado por las características del ómicron, una medida que se anunciará a finales de esta semana.
El objetivo de dicho reajuste es evitar mayores daños económicos en las bajas laborales, ya que el aumento de contagios por el ómicron representa "un riesgo mayor de absentismo", que se está haciendo evidente.
"Ómicron es mucho, mucho más contagiosa que las variantes precedentes, sobre todo que la delta, al menos tres veces más. El número de contagiados se duplica cada dos días. Podríamos esperar llegar a más de 250.000 contagios diarios a principios de enero", dijo el ministro de Salud, Olivier Véran.
El pasado 24 de diciembre Francia superó la barrera récord de 100.000 nuevos positivos en un solo día y, según Castex, la media actual está en 70.000 casos diarios mientras que la tasa de incidencia en los últimos siete días se encuentra por encima de 700 positivos por cada 100.000 personas, pero en la región de París está disparada en 1.346.
Castex precisó que el Consejo de Defensa sanitario, presidido siempre por el jefe del Estado, Emmanuel Macron, volverá a reunirse el próximo 5 de enero para evaluar el avance del virus. "Parece una película que nunca se acaba", reconoció Castex.