Un plan piloto que permita controlar a todas las personas que acudan a la Feria Pantaleón Cortés o Feria de las pulgas aplicará la Municipalidad de Antofagasta, con el objetivo de evitar que el lugar se convierta en un foco de contagio de Covid-19, ahora que han disminuído los casos en la comuna.
La medida comenzará con una marcha blanca a partir de este viernes y contempla la instalación de puntos de control en los distintos accesos, al interior del recinto y en lugares aledaños para evitar la proliferación del comercio ilegal.
"Dispondremos de un mayor control en los accesos de la feria donde colocaremos 13 pórticos o cordones sanitarios resguardados por militares, inspectores municipales, Carabineros y Seremi de Salud controlando el permiso de compras individuales y permisos básicos" señaló Ignacio Pozo, alcalde suplente de Antofagasta.
El concejal Luis Aguilera, presidente de la comisión de seguridad, dijo que la iniciativa "busca de alguna manera controlar el ingreso y generar un orden en periodo de pandemia, así que esperar que la gente se suma y que quien tenga que ir vaya con sus permisos y ciando realmente sea necesario".
Son alrededor de 120 comerciantes que tienen permiso de unos mil que trabajan en el lugar, ya que solo puede funcionar los puestos que venden insumos básicos, alimentos o artículos de primera necesidad los días viernes, sabados y domingos hasta las 15:00 horas.