El intendente del Biobío, Sergio Giacaman, anunció una querella contra el pastor evangélico imputado tras ser sorprendido encabezando un culto con más de 50 personas en Hualpén, en medio de la pandemia de coronavirus y las disposiciones del Gobierno que prohíbe cualquier evento que reúna a esa cantidad de gente.
"Hemos presentado ocho querellas, más las querellas que se suman ahora por lo del pub y también por lo del culto en la comuna de Hualpén", dijo la máxima autoridad regional en relación a casos parecidos en medio de la pandemia por Coronavirus.
"Esperamos que le lleguen las mayores sanciones posibles", advirtió, ya que "ante estas demostraciones de irresponsabilidad el único que gana es el virus, y lo hemos dicho incansablemente que apelamos a la responsabilidad de las personas".
De acuerdo a la Fiscalía, la convocatoria fue hecha por el pastor Néstor Viveros. Los feligreses incluso quedaron registrados en una lista confeccionada por la propia comunidad religiosa.
Coordinadora Evangélica se desmarcó del pastor
La Coordinadora Evangélica Regional del Biobío aclaró que la iglesia en cuestión no pertenece a su agrupación.
Sin embargo lamentaron lo ocurrido, comentó su presidente Juan Marcos Godoy, quien cuestionó que el hecho "no representa el espíritu de la gran mayoría de los pastores de la región que velamos con amor y esfuerzo por el cuidado".
Apuntó asimismo que "la coordinadora tomó el acuerdo del pleno, el 4 de mayo, de optar por la prudencia extrema y llamamos a nuestros pastores a no realizar cultos presenciales, medida que vamos a mantener en junio".
El pastor hualpenino fue formalizado por cargos contra la salud pública en tiempos de pandemia y quedó con arraigo nacional, además tampoco podrá celebrar cultos y acercarse a la iglesia.
El Tribunal de Garantía de Talcahuano dio dos meses para la investigación.
La polémica se dio a pocos días de que la Corte de Apelaciones de Concepción derogó el permiso que dio la Seremi de Salud del Biobío que permitía realizar actividades religiosas a nivel local.
El seremi del ramo, Héctor Muñoz, quien de hecho es pastor evangélico, negó que la acción de su repartición fuera un "llamado a volver a actividades".