El ministro de sanidad italiano, Roberto Speranza, ha firmado una ordenanza que determina el cese de la actividad en la cría de las granjas de visones del país hasta el próximo año, ante la mutación del Covid-19 que afectó a estos animales en Dinamarca.
La suspensión durará hasta febrero de 2021, cuando se llevará a cabo una nueva evaluación del estado epidemiológico de las granjas.
"Aunque el número de explotaciones en Italia es muy reducido en comparación con otros países europeos se ha decidido seguir el principio de máxima precaución", explica el gobierno, que ha seguido el consejo del Consejo Superior de Sanidad que le asesora en esta pandemia.
En caso de contagio, la ordenanza determina la incautación de la finca por las autoridades locales, así como el bloqueo del movimiento de animales, aguas residuales, vehículos, equipos, y el inicio de una investigación epidemiológica.
"En caso de confirmación de la enfermedad, los visones de la granja serán sacrificados", se añade.
Esta medida se toma como precaución vista la expansión de la cepa de coronavirus entre visones en Dinamarca, que desde junio hasta principios de noviembre contagió a 214 personas, 12 de ellas con una variante única del virus según la Organización Mundial de la Salud.