Las farmacéuticas en carrera por la vacuna contra el Covid-19
Estados Unidos y China son los países con más estudios paralelos en Fase 3.
Hasta el momento han dado con 13 fórmulas que se encuentran en etapa de investigación avanzada.
Estados Unidos y China son los países con más estudios paralelos en Fase 3.
Hasta el momento han dado con 13 fórmulas que se encuentran en etapa de investigación avanzada.
El sector farmacéutico vive una auténtica carrera de fondo por conseguir una vacuna contra el Covid-19. Con más de 65 millones de diagnosticados y 1,5 millones fallecidos, la industria trabaja a contrarreloj en uno de los momentos más trascendentales de su historia.
La industria farmacéutica factura unos 692 mil millones de euros solo en fármacos con prescripción, según el informe World Preview 2019 de Evaluate Pharma. Si se añade la venta libre, la cifra supera los 1,32 billones.
Este pastel se lo reparten principalmente entre una decena de multinacionales farmacéuticas que acaparan el 41,73 por ciento del mercado mundial, con unos 288.000 millones en facturación de fármacos bajo prescripción.
Todas ellas se han lanzado a la búsqueda de una vacuna contra el coronavirus y por el momento han dado con 13 que se encuentran ya en la fase 3 de desarrollo.
EE.UU. y China pugnan por ser los países con más vacunas en Fase 3. El primero lo hace con Moderna, Pfizer y BioNtech, Johnson & Johnson y Novavax. El segundo, con CanSino Biologixs, Sinopharm -junto al instituto de Wuhan por un lado y de Pekín por otro-, Sinovac y Anhui Zhifei Longcom.
A ellas hay que sumar la europea AstraZeneca, que trabaja junto a la Universidad de Oxford, Gamelaya Institute (Rusia), Bharat Biotech (India) y Medigago (Canadá). Esta última tiene autorizada la fase 3, aunque todavía no ha comenzado el estudio, según su propia página web.
De las 13 vacunas en Fase 3, lo más probable es que las estadounidenses y europeas sean las que lleguen a occidente, según explican a Efe desde el sector.
Es más, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) anunció el lunes que prevé aprobar la de Pfizer y BioNTeche el 29 de diciembre y la de Moderna el 12 de enero. El Reino Unido, por su parte, ya ha autorizado el uso de la primera.
De no tener ningún producto en el mercado, a colocarse a la cabeza con su vacuna contra Covid-19 (basada en el ARN mensajero), su único proyecto que alcanza la fase 3 y tiene una eficacia del 94 por ciento. Creada en EE.UU. en 2010 como una empresa emergente biotecnológica, Moderna ya ha solicitado la aprobación de urgencia de su vacuna en EE.UU. y podría ver cómo la EMA hace lo propio en Europa en poco más de un mes.
Esta farmacéutica está más que acostumbrada a romper récords. En diciembre de 2018, se convirtió en la biotecnológica con la mayor oferta pública de venta de acciones de la historia hasta entonces. La empresa fue valorada en unos 6.200 millones y hoy vale unos 64.240 millones, pese a que continúa declarando pérdidas.
Aunque entre enero y septiembre perdió casi 400 millones frente a los 325 millones del mismo periodo de 2019, Moderna ha obtenido más de 2.000 millones del Gobierno estadounidense y se ha asociado con el Instituto Nacional de Salud de ese país para sacar adelante su vacuna.
Con la Unión Europea (UE), la farmacéutica llegó a un acuerdo inicial de 80 millones de dosis, con opción de aumentar hasta los 160 millones a un precio que todavía no han especificado, pero podría ser de 21 euros por dosis.
Líder mundial en el sector farmacéutico y fabricante de Viagra, entre otros muchos fármacos, Pfizer no se podía quedar fuera de esta carrera. De hecho, se ha convertido en la primera del mundo en obtener autorización para su comercialización. Su eficacia es del 95 por ciento.
Con sede en Nueva York, sus orígenes se remontan a 1849, aunque no es hasta 2000 cuando se convierte en líder mundial con la fusión con Warner Lambert. Cuenta con 88 mil trabajadores en todo el mundo, 63 centros de producción y distribuye a 175 mercados.
Para sacar adelante su vacuna, sobre la que la UE se pronunciará el 29 de diciembre, Pfizer rechazó capital público y se ha aliado con la alemana BioNTech.
Al igual que ocurre con Moderna, BioNTech no es de las grades del sector. La empresa alemana nació en 2008. Sus dueños, Ugur Sahin y Özlem Türeci, fundaron en el 2001 Ganymed Pharmaceuticals, que vendieron en 2016 por más de 11.000 millones. Entonces, se centraron en su gran apuesta: BioNTech.
BioNTech no ha seguido la misma estrategia que Pfizer en cuanto a ayudas públicas. La empresa ha recibido 375 millones del Gobierno alemán, además de un préstamo de 100 millones del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para desarrollar una vacuna de la que Bruselas ya se ha asegurado adquirir 300 millones de dosis a un precio que, aunque no es oficial, podría rondar los 15,5 euros por dosis.
La gran esperanza europea, AstraZeneca trabaja con el prestigioso Jenner Institute, de la Universidad de Oxford, en una vacuna con una eficacia del 70,4 por ciento, según datos preliminares.
Con sede en Cambridge, es la décima farmacéutica del mundo por ingresos, según Evaluate Pharma. Se fundó en 2019 mediante la fusión del laboratorio sueco Astra y la farmacéutica británica Zeneca.
Para desarrollar su vacuna, ha contado con 1.000 millones de EE.UU. a cambio de garantizarle 300 millones de dosis.
Por su parte, la UE ya compró 300 millones de dosis, más otras 100 millones opcionales, a 2,9 euros por dosis. Dado que es doble dosis, el precio total por ciudadano será de 5,8 euros por tratamiento, muy por debajo de las de Pfizer o Moderna.
La cuarta farmacéutica a nivel mundial, la norteamericana Johnson & Johnson (J&J) desarrolla su vacuna contra el Covid-19 a través de su filiar belga Janssen. La empresa ya está probándola en un ensayo a gran escala en EE.UU. del que todavía no hay datos.
Para sacar adelante su vacuna, Jannsen recibió a finales de marzo 408 millones del Gobierno estadounidense, que en septiembre inyectaba algo más de 840 millones a cambio de garantizarle al menos 100 millones de dosis.
Por su parte, la UE firmó el pasado octubre un acuerdo con J&J para que le suministrara 200 millones de dosis, más 200 millones adicionales, a un precio que, aunque no es público, podría ser de 8,5 euros.
Novavax se encontraba en una delicada situación económica cuando comenzó a investigar para sacar adelante una vacuna contra el coronavirus. Con 33 años de historia y sin ningún tratamiento en el mercado, sus acciones habían llegado a cotizar tan bajo que corrían el riesgo de salir del Nasdaq.
Sin embargo, su vacuna del coronavirus lo ha cambiado todo. En la actualidad, sus acciones han multiplicado su valor por 20. Además, han expandido su campus en Maryland y han adquirido una fábrica en República Checa.
Todo gracias a los más de 1.300 millones que ha recibido de EE.UU. y los 324 millones del grupo internacional Coalition for Epidemic Preparedness Innovations (CEPI), cofinanciada por la fundación Bill y Melinda Gates.
Eso sí, en los nueve primeros meses de 2020, Novavax declaraba tener pérdidas de 200 millones, frente a los 84 millones del mismo periodo de 2019.