Pese a que aún no ha sido aprobada una vacuna, cerca de 40 países y territorios de Latinoamérica y el Caribe aseguraron ya las dosis necesarias para una primera fase de inmunización ante el Covid-19, que hasta este sábado ha causado en la región unas 400.000 muertes.
"Estamos apoyando a la región para que participe del mecanismo COVAX, que tiene como principal objetivo que todos los países reciban al mismo tiempo las vacunas cuando estén listas", afirma Jarbas Barbosa, subdirector de la Organización Panamericana de la Salud (OPS-OMS), al subrayar el historial de desigualdad en el acceso.
En el foro virtual "Cubriendo historias sobre las vacunas contra Covid-19 en forma responsable y basada en evidencia", Barbosa mencionó como ejemplo que "durante la pandemia de la influenza H1N1 (2009-2010), en Latinoamérica los países más pobres solo tuvieron acceso a las vacunas de 6 a 8 meses después que los países ricos", una desigualdad que se quiere combatir con el Mecanismo COVAX.
Ese acceso es una creciente preocupación para Latinoamérica y el Caribe, que hasta este sábado registra 11,1 millones de contagios (25 por ciento del total global) y bordea las 400.000 muertes (casi el 30 por ciento) por el coronavirus.
2.714 MILLONES DE DÓLARES PARA VACUNAR AL 20% DE POBLACIÓN
Según datos de Médicos Sin Fronteras (MSF), hasta ahora el 13 por ciento del mundo ha comprado más del 50 por ciento del volumen de las vacunas candidatas más prometedoras.
Estados Unidos se ha asegurado 600 millones de dosis; Reino Unido, 60 millones; la Unión Europea, 30 millones, y Canadá, 72 millones, lo que para MSF levanta inquietud sobre la solidaridad en la asignación de vacunas.
Con ese temor y menos recursos, los países de Latinoamérica y el Caribe se han ido vinculando al proceso, participando en estudios clínicos y gestionando su adhesión a COVAX, coordinado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que busca el acceso con equidad a una eventual vacuna.
A través de COVAX, unos 180 países que se han unido al mecanismo tienen garantizadas dosis iniciales para cubrir al menos el 3 por ciento de la población en las primeras fases de despliegue de la vacuna, llegando finalmente al 20 por ciento de sus habitantes, lo suficiente para proteger a las personas con mayor riesgo.
De acuerdo con la OMS, en este momento hay tres formas para obtener la vacuna: el acceso nacional, con acuerdos directos con los laboratorios fabricantes (Argentina, México y Brasil han tomado esta opción), el grupal -acuerdos regionales para el suministro- y el global, que es el que representa COVAX.
Dentro de COVAX, al que también se han adherido México y Brasil, Latinoamérica y el Caribe registra en este momento cerca de 30 países o territorios autofinanciados (es decir con capacidad para comprar las vacunas) y 10 elegibles para recibir apoyo: Bolivia, Dominica, El Salvador, Granada, Guyana Haití, Honduras, Nicaragua, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas.
John Fitzsimmons, jefe del Programa del Fondo Rotatorio de la OPS/OMS, detalló en el foro que para vacunar al 20 por ciento de la población en la región se estima que se necesitarán 273 millones de dosis (con un esquema de dos dosis a 10,55 dólares/dosis), lo que implicará un costo proyectado de 2.714.200.000 dólares.
201 CANDIDATAS REGISTRADAS, CON 10 MÁS AVANZADAS
La OMS registra en este momento 201 candidatas a vacuna: 156 en etapa preclínica, incluidas dos de Brasil, una de Argentina y una de Cuba, y 45 en pruebas en humanos.
De estas últimas, 10 están ya en el tramo final (fase III), en el que se evalúa la seguridad y la eficacia con decenas de miles de voluntarios.
Cuatro de las 10 vacunas más avanzadas se desarrollan en China, mientras que las otras son de las farmacéuticas estadounidenses Janssen (Johnson & Johnson), Novavax, Pfizer (que trabaja con la alemana BioNTech) y Moderna; a las que se suma la británica AstraZeneca en colaboración con la Universidad de Oxford.
Además, está en la lista una de Rusia, que esta semana envió a la OMS una solicitud para el registro acelerado y la precalificación de su vacuna Sputnik V.
Los ensayos no han estado exentos de dificultades. AstraZeneca y Janssen ya reanudaron las pruebas tras ser interrumpidas por un breve periodo para investigar casos de voluntarios que se enfermaron.