El ministro de Salud, Jaime Mañalich, afirmó que el contexto sociopolítico del país, tras el estallido social, ha dificultado la llegada del mensaje del autocuidado a la ciudadanía, complicando el control de la pandemia del Covid-19, y admitió que la rapidez del brote ha obligado a acelerar los planes que se habían dispuesto para el próximo mes.
En entrevista con La Tercera, el secretario de Estado reconoció estar "intensamente preocupado, porque hemos diseñado un adelantamiento de la respuesta que creí que iba a ser más necesaria hacia el mes de junio. La hemos tenido que adelantar a mayo", refiriéndose -entre otras medidas- a la cuarentena obligatoria que tendrá el Gran Santiago y otras seis comunas de la Región Metropolitana a partir del viernes en la noche.
Es la primera vez desde que comenzó la pandemia del Covid-19 en Chile que las 32 comunas de la provincia de Santiago entrarán a la vez en confinamiento. A éstas se suman San Bernardo, Buin, Puente Alto, Padre Hurtado, Lampa y Colina, ubicadas en el extrarradio.
La medida anunciada, que entrará el vigor el viernes a partir de las 22.00 horas, afecta a cerca de 8 millones de personas y había sido solicitada por distintos alcaldes y organizaciones médicas en los últimos días.
Según indicó Mañalich, "las medidas extremas, que son durísimas, tienen que lograr un objetivo, y ese es que el número de contagios diarios baje, a como dé lugar, a menos de 2 mil. Me angustia y me preocupa que saltamos rápidamente de 300 a una media de 700, y de ahí a un promedio de 1.400".
"UNA CONDUCTA NO DESEABLE" DE LA POBLACIÓN
A juicio del ministro, el aumento de contagios en la capital podría explicarse por una conducta de la población que "no fue la deseable" después que las restricciones de movimiento se levantaran en algunas comunas.
"Se produjo una liberación en términos de hacer fiestas en departamentos, clandestinas, que significaron un potencial de riesgo enorme, y eso me llevó a mí, antes de que empezaran los casos, a hacer una declaración de guerra en el sentido de que todo se jugaba en la batalla por Santiago, hasta que los números lo avalaron y llegamos a las acciones en que estamos hoy día", aseveró.
AUTOCRÍTICA
El titular de Salud también realizó una autocrítica respecto del rol del Gobierno en la lucha contra la pandemia.
"Creo que no hemos logrado encontrar un mecanismo de diálogo con la ciudadanía, transparente y de buena fe", reconoció Mañalich, considerando la crisis política y social en que estaba inmerso el país desde el 18 de octubre de 2019.
"Decirle a la gente que confíe en lo que el Estado le dice como conducta correcta es muy difícil. Ese trasfondo de falta de confianza recíproca nos jugó una mala pasada en la lucha contra esta pandemia", sentenció.
Chile se encuentra bajo estado de excepción, con toque de queda desde las 22.00 horas desde mediados de marzo, con colegios, universidades y fronteras cerradas, así como la mayoría de los comercios que no sean de primera necesidad.
Los nuevos casos se habían estabilizado en torno a los 500 diarios a finales de abril y las autoridades ya hablaban de una superación del contagio y de volver a la normalidad, pero desde principios de mes experimentaron un importante aumento por encima del millar y un récord de 2.660 nuevos positivos 19 ayer miércoles.