Decenas de miles de estudiantes retornaron este lunes a las aulas para reanudar sus clases presenciales a tiempo completo en diversos estados de Australia, país que prevé normalizar sus actividades económicas en julio tras controlar la propagación de la pandemia de COVID-19.
Los alumnos de preescolar, primaria y secundaria del estado de Nueva Gales del Sur, el más poblado de Australia y cuya capital es Sídney, así como los de Queensland y Tasmania, volvieron a los centros educativos bajo fuertes medidas de higiene, pero no podrán participar todavía en excursiones o competiciones escolares.
La ministra de Educación de Nueva Gales del Sur, Sarah Mitchell, comentó por la mañana que se trata de "un día emocionante para muchos padres, maestros y niños estudiantes", al recalcar que "todo va bien" respecto a la distribución de los artículos de limpieza e higiene en los colegios.
Por su parte, el estado de Victoria, que abarca a la ciudad de Melbourne, su capital, permitirá el martes el retorno de sus estudiantes de los cursos inferiores y superiores, mientras que los demás lo harán el 9 de junio.
Los restantes cuatro estados y territorios australianos, que se encargan de gestionar la educación en sus regiones, han normalizado ya las clases escolares o lo harán progresivamente hasta principios del próximo mes.
El retorno de los escolares ha puesto presión en el transporte público, cuya capacidad para llevar pasajeros ha sido restringida en Nueva Gales del Sur
Pese a que la oficina médica del gobierno australiano asegura que los niños no corren riesgo de contraer el coronavirus, más de 7.000 padres han firmado una solicitud en el portal Change.org para exigir a las autoridades de Nueva Gales del Sur que la vuelta a las clases no sea obligatoria.
Mientras tanto, las universidades australianas siguen analizando como reanudar las clases presenciales, principalmente en los laboratorios, aunque esta decisión dependerá de cada centro de estudios terciarios y de cada estado y territorio.
Aunque la presión es fuerte en las universidades dado que los estudiantes internacionales, muchos de los cuales aún se encuentran fuera del país por el cierre de fronteras, aportaron unos 37.600 millones AUD (24.554 millones USD o 22.550 millones EUR) el año fiscal pasado.
Los estados y territorios de Australia han comenzado a implementar a diferentes velocidades el plan del gobierno del primer ministro, Scott Morrison, con miras a reanudar todas las actividades en julio, aunque las fronteras del país permanecerán cerradas por tiempo indeterminado.
Australia, que ha realizado más de 1,2 millones de pruebas para detectar el nuevo coronavirus, registra unos 7.100 casos de la COVID-19, que incluyen a 102 fallecidos, y desde el 17 de mayo reporta menos de 14 infectados diarios.