La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) pidió este jueves a Chile reforzar el poder redistributivo de los impuestos como medida para reducir la desigualdad ante la crisis económica provocada por la pandemia del Covid-19 y las protestas sociales.
"El sistema impositivo podría convertirse en una herramienta clave para reducir la vulnerabilidad económica. Dicho sistema no ofrece hoy suficiente protección frente a las perturbaciones", alertó el organismo en su estudio económico anual.
En el promedio de países que integran la OCDE, el sistema de impuestos y transferencias hacen disminuir un 10 por ciento el Índice de Gini -en el que 0 es la perfecta equidad y 1 la máxima desigualdad-, mientras que en Chile solo decrece un 2,5 por ciento, de acuerdo al documento.
Chile, el país con el ingreso per cápita más alto de América Latina y el de mayor tasa de crecimiento económico de la OCDE -por delante de Estados Unidos o Japón-, tiene también índices de desigualdad elevados y un índice de Gini del 0,44 en la última medición de 2017.
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el 1 por ciento de los hogares de mayores ingresos acapara más de una cuarta parte de la riqueza en Chile, mientras que el 50 por ciento de las familias menos favorecidas tiene solamente el 2,1 por ciento de la riqueza total del país.
La propuesta de la institución es que el país amplíe la base del impuesto sobre la renta de las personas físicas para aumentar la recaudación con el objetivo de destinar los recursos adicionales a garantizar una prestación básica para todos los hogares.
La pandemia, que deja ya 736.645 contagiados y más de 18.500 fallecidos desde marzo, recrudeció la desigualdad y paralizó la economía chilena, que ya estaba debilitada por las protestas sociales que comenzaron en octubre de 2019 y se extendieron durante un año, y Chile enfrenta ahora un escenario de "recesión sin precedentes", alertó la institución.
"Más de la mitad de los chilenos se encuentran en una situación de vulnerabilidad económica, muchos de ellos en riesgo pobreza con trabajos informales asociados a una protección social escasa y a unos ingresos inestables", agregó el informe.
Chile, continuó el documento, debería "implementar un ambicioso programa destinado a fomentar el crecimiento inclusivo y a reducir el elevado nivel de desigualdad".
Cerrar las brechas de productividad fomentando el apoyo público a las pequeñas y medianas empresas, impulsar un entorno colaborativo de innovación digital y mejorar los resultados educativos serían, de acuerdo a la organización, la mejores herramientas para lograrlo
En Chile, el acceso a una educación de calidad sigue estando estrechamente vinculado al estatus socioeconómico de la familia y el gasto público en educación primaria y secundaria es uno de los más bajos de la OCDE.
La institución prevé que la economía chilena, que según estimaciones caerá entre en un 6,2 y un 5,7 por ciento en 2020, volverá a los niveles previos a la pandemia a finales de 2022, siendo el consumo privado uno de los principales motores de la recuperación.
"La inversión se recuperará lentamente, condicionada por la evolución de la pandemia y la efectividad de las vacunas, y estará impulsada por los planes de infraestructura pública", agregó.