El presidente del directorio de la Clínica Las Condes (CLC), Alejandro Gil, quien enfrenta un sumario sanitario de la Seremi de Salud Metropolitana tras vulnerar los protocolos establecidos por el plan nacional de inmunización contra el Covid-19 y recibir una tercera dosis de la vacuna Pfizer, salió este jueves al paso de los cuestionamientos.
El empresario de 73 años adujo a La Tercera PM que el motivo para recurrir el sábado pasado a una inoculación adicional fue la indicación de su médico de cabecera, el cardiólogo Héctor Ducci.
Según Gil, Ducci le solicitó que se hiciera exámenes de anticuerpos y, al darse cuenta de que sus resultados no eran óptimos, ordenó una tercera dosis para mayor protección.
En esa línea, descartó que el real motivo para recurrir a una dosis extra fuera ir a Miami, Estados Unidos: "No es cierto el viaje al extranjero. El examen se tomó en la Clínica Las Condes".
RENUNCIAS Y DESPIDOS: CRISIS EN LA CLC
El escándalo por la inoculación de una tercera dosis al presidente del directorio de CLC ha generado ola de críticas desde el Gobierno y los gremios sanitarios, además de una crisis interna que ha resultado en renuncias y despidos.
Primero se conoció la dimisión de la jefa de los Servicios Ambulatorios, Leticia Ortiz, y ayer miércoles se informó del despido de la coordinadora del vacunatorio, Carla Garrido, lo que generó molestia entre los funcionarios.
A esto se suma la renuncia hoy de la presidenta de la Asociación Médica de la entidad, Viviana Herskovic, quien, además, decidió cesar por completo sus funciones profesionales en el recinto: "Estoy consternada y avergonzada", expresó en una carta, según consigna el diario La Segunda.
"Hoy nuestra querida institución ha cambiado drásticamente: lamentablemente siento que se ha instalado y normalizado un clima hostil, de inseguridad y amedrentamiento. No quiero trabajar en este ambiente, ya que lo que siempre más valoré de CLC fue el trabajo en equipo, los vínculos de amistad y respeto profesional", apuntó la profesional.
"Parece que los límites éticos no son suficientes y el miedo ha hecho que la línea de lo tolerable se desplace con los días", aseveró.
En este contexto, los seis sindicatos de la CLC se declararon en estado de "alerta" ante las próximas decisiones de la directiva de la entidad privada.