Tras la autorización del Instituto de Salud Pública (ISP) para iniciar los ensayos clínicos de la vacuna contra el coronavirus de la farmacéutica china Sinovac Biotech, la Universidad Católica, casa de estudios que conducirá las pruebas, prevé que comenzará a reclutar voluntarios desde el 10 de octubre.
La fase clínica que se desarrollará en el país a fines de año busca determinar la efectividad de la inoculación en humanos, para lo que será administrada a 3 mil chilenos.
El rector de la PUC, Ignacio Sánchez, detalló a La Segunda que la vacuna y placebos deberían estar en el país en los próximos 4 o 5 días, por lo que "esperamos el 10 de octubre tener todo listo para comenzar a reclutar voluntarios".
"Trabajaremos en ocho centros a lo largo de todo el país, desde la Universidad de Antofagasta hasta la Universidad Austral, reclutando a los voluntarios de entre 18 y 60 años que no tengan enfermedades crónicas y representen a las distintas zonas del país", explicó.
Aunque se priorizará la aplicación al personal de salud por la posibilidad de evidenciar "un efecto más potente", la restricción a personas con condiciones crónicas se explica porque "queremos hacer el estudio en población sana. Una vez que estos estudios estén listos y parta la vacunación para todos, se priorizará a la población con mayores factores de riesgo".
¿En qué consiste la fase clínica?
A la mitad de quienes accedan a este estudio se les administrará la vacuna y a la otra mitad un placebo de forma aleatoria, proceso que debería durar cerca de tres meses, por lo que Sánchez señala que "si partimos el 10 de octubre, a fin de año debiéramos estar terminando el protocolo mismo".
Desde entonces, el seguimiento a los voluntarios se extenderá "por más de un año para ver efectos adversos", mientras que la efectividad de la inyección se determinaría a los tres meses del término de los ensayos. Por lo tanto, una vez que el laboratorio tenga los datos entre enero y marzo, "esperamos que la vacunación efectiva pueda estar disponible entre marzo y junio del próximo año".
El rector agregó que, aunque no recibirán un pago, todos los participantes del estudio dispondrán de un seguro de salud, que "cubre un tiempo considerable posterior al desarrollo del protocolo", y pago de transporte y alimentación "para efectos de la vacuna".
El costo de estos estudios -que debe financiar el país- es de 6 millones de dólares, monto que más tarde sería descontado en una eventual compra de vacunas, si se ratifica el éxito de la que se está probando. Además, Sinovac se comprometió a reducir un 25 por ciento del valor de cada inyección en el futuro, asegurando la disponibilidad de 60 millones de dosis en tres años.