La Corte Suprema de Brasil determinó este sábado que los extranjeros que quieran ingresar al país tendrán que presentar un certificado de vacunación contra el Covid-19, para impedir que la pandemia vuelva a azotar al país con la aparición de la variante ómicron.
La decisión fue tomada por el magistrado Luis Roberto Barroso, miembro del Supremo Tribunal Federal, en respuesta a un recurso presentado por el partido opositor Red Sustentabilidad, acusando al gobierno de omisiones en el combate a la pandemia.
Los brasileños que desembarquen en el país procedentes del exterior y que no cuenten con certificado de vacunación podrán ingresar, luego de que presenten el resultado negativo de un examen de diagnóstico del Covid-19.
La decisión se produjo cuatro días después de que el gobierno autorizara a desembarcar a los extranjeros en los aeropuertos de Brasil, con la condición de que cumplan con una cuarentena de cinco días, sin certificado de vacunación. En el caso de quienes ingresen por vía terreste, podrían ingresar sin exigirles certificados ni cuarentenas.
El presidente Jair Bolsonaro, líder de la ultraderecha brasileña y negacionista sobre la gravedad de la pandemia, alegó que la vacunación no puede ser obligatoria y que no se le puede negar el ingreso al país a los no vacunados, por lo que la cuarentena sería suficiente para garantizar que no transmitan el virus.
Pese a lo anterior, Barroso concluyó que la medida del gobierno es inviable ante la imposibilidad de fiscalizar a todos los extranjeros sin certificado de vacunación que se encuentren cumpliendo cuarentena.
"Permitir la libre opción por la cuarentena a quien quiera genera una situación de absoluto descontrol y de consecuente ineficacia de la norma", alegó el magistrado.
Además, según Barroso, la cuarentena de cinco días en desmedro del comprobante de vacunación sólo puede ser ofrecida en casos excepcionales, a personas que no se hayan vacunado por razones médicas o porque provengan de países sin campañas de vacunación masiva.
Preocupación por el aumento del turismo
"El ingreso diario de miles de viajeros, la aproximación de las fiestas de fin de año, de eventos precarnaval y del propio carnaval, aptos para atraer gran cantidad de turistas, así como la amenaza de que el país promueva un turismo antivacuna ante la imprecisión de las normas del gobierno, configuran inequívoco riesgo inminente que justifica esta cautelar", estimó el magistrado.
De esta forma, Barroso determinó que su sentencia sea sometida a discusión por los demás miembros del Supremo Tribunal Federal, en una sesión virtual extraordinaria a desarrollarse lo antes posible.
El magistrado alegó que la Corte Suprema tiene la obligación constitucional de proteger los derechos fundamentales de los ciudadanos, y que Brasil ya ha perdido más de 600.000 vidas por culpa del Covid-19 debido a la "persistencia de actitudes negacionistas".
Barroso también alegó que el gobierno de Bolsonaro debe acatar las recomendaciones hechas por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), que defiende la exigencia del certificado de vacunación.
La decisión judicial se conoció el mismo día en que se confirmó el primer caso de la variante ómicron en Sao Paulo, en una persona que no viajó al exterior. Es el séptimo caso registrado en el país y el cuarto en dicho estado, aunque todos los anteriores fueron diagnosticado en personas que llegaron a Brasil desde países africanos.
La secretaría de Salud del estado de Sao Paulo aclaró que aún no se puede afirmar que ómicron ya se transmite de manera comunitaria en el país, aunque admitió que el contagio enciende una nueva alerta en Brasil.
La aparición de la ómicron encendió alertas en el país ya que, pese a que las muertes y los contagios por Covid-19 están en los niveles de las primeras semanas de la pandemia, el país acumula casi 619.770 decesos y 22,2 millones de contagiados desde el inicio de la pandemia en febrero del 2020.
