Un estudio científico en Brasil para detener el coronavirus usando cloroquina debió terminar antes de tiempo, luego del fallecimiento de 11 de los pacientes que se estaban sometiendo a las pruebas.
El testeo, con dosis altas, terminó provocando arritmias cardíacas en las personas y, según especialistas citados por el New York Times, solo confirmó que la cloroquina presenta un riesgo para la salud de algunos.
La investigación contaba con 81 infectados de coronavirus, a quienes se les suministró dosis de 450 y 600 milígramos al menos por 10 días. Todo se detuvo en la sexta jornada por las muertes de 11 de ellos, a raíz de complicaciones cardíacas.
La cloroquina es un fármaco usado contra la malaria y otras enfermedades, que se está probando contra el Covid-19 en diversas partes del mundo, pese a que su efectividad no se ha comprobado. Es más, el Ministerio de Salud brasileño dice que no hay pruebas suficientes para usarlo, aún así el presidente Jair Bolsonaro ordenó continuar su producción y ya se han fabricado más de dos millones de pastillas, según Folha de Sao Paulo.
El medicamento también ha sido promovido por Donald Trump, el presidente de EE.UU., quien ha sido criticado por ello.
Cuando a fines de marzo Bolsonaro defendió el uso de la cloroquina para tratar la nueva enfermedad, Twitter bloqueó sus videos porque iban contra las medidas sanitarias y las normas de la red social.