La farmacéutica estadounidense Pfizer y la firma alemana BioNTech anunciaron este miércoles resultados positivos en sus ensayos iniciales en humanos con la vacuna para el coronavirus en la que están trabajando.
El estudio incluyó a 45 adultos de entre 18 y 55 años y en él se probaron distintas dosis de la vacuna que, según las empresas, produjeron anticuerpos superiores a los de pacientes que se han recuperado de Covid-19.
En un comunicado, la jefa de investigación y desarrollo de vacunas de Pfizer, Kathrin Jansen, dijo que los datos clínicos son positivos y que los trabajos se están llevando a cabo con la máxima urgencia.
La vacuna, según la nota, fue en general bien tolerada, aunque en algunos casos causó fiebres y dolores locales donde fue inyectada, pero sin que se detectase ninguna reacción grave.
Ahora, las dos compañías prevén usar la información recabada para llevar a cabo una prueba mucho más amplia, con hasta 30.000 participantes, y que esperan comenzar a finales de julio si se recibe el visto bueno de los reguladores.
Pfizer y BioNTech han presentado los datos de su primer estudio para que sean revisados por otros expertos y puedan ser publicados en una revista científica.
Las empresas indicaron que si el resto de pruebas resultan exitosas y la vacuna recibe la aprobación de los reguladores, tienen intención de fabricar hasta 100 millones de dosis en lo que queda de año y potencialmente más de 1.200 millones durante 2021.
Las acciones de Pfizer, un gigante del sector con sede en Nueva York, subían con fuerza este miércoles en Wall Street tras el anuncio.
Esta vacuna se suma a varias más en las que están trabajando otras farmacéuticas de varios países y que también han obtenido resultados prometedores en las primeras pruebas con humanos.
Por el momento no se ha aprobado el uso generalizado de ninguna vacuna contra el coronavirus, que ha dejado más de medio millón de muertos en todo el mundo y más de 10,5 millones de casos confirmados.
Habitualmente, el período para que una vacuna pueda estar disponible para su uso a nivel masivo es de al menos entre 12 y 18 meses, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque en este caso hay la expectativa de que el proceso pueda acelerarse.