Parlamento de Polonia rechazó propuesta que penalizaba la fecundación in vitro
Sin embargo, aceptó en trámite proyecto que prohibiría dicho tratamiento.
En tanto, el Estado apuesta a que este prcedimiento se amplie a las parejas de hecho.
Sin embargo, aceptó en trámite proyecto que prohibiría dicho tratamiento.
En tanto, el Estado apuesta a que este prcedimiento se amplie a las parejas de hecho.
El Parlamento de Polonia rechazó la propuesta conservadora de condenar con penas de prisión a los médicos que practiquen la fecundación in vitro (FIV), una técnica de reproducción asistida que la cámara baja polaca pretende regular y que divide a conservadores y liberales.
Un
a mayoría de parlamentarios polacos votaron en contra de la propuesta de la diputada Teresa Wargocka, del partido Ley y Justicia, que defendía criminalizar la FIV con penas de cárcel de hasta cinco años.
Otras cinco propuestas normativas sí fueron admitidas a trámite, entre ellas la presentada por otro diputado conservador, Boleslaw Piech, quien apuesta por prohibir la FIV, algo que compara a la pena de muerte, aunque admite el uso de embriones que ya se encuentren congelados.
La propuesta de la parlamentaria liberal Malgorzata Kidana, respaldada por el primer ministro Donald Tusk y también admitida a trámite, aboga por que el Estado cofinancie estos tratamientos para las parejas que lo soliciten, sin distinción entre los matrimonios y las uniones de hecho.
Hasta el momento la fecundación in vitro no está regulada en Polonia, donde ya se aplica en clínicas privadas que, según los medios locales, facilitaron el pasado año el nacimiento por este método de 3.000 bebés.
La mayoría del partido liberal pretende que esta técnica se aplique en clínicas con la cofinanciación del Estado, lo que ayudaría a los cerca de dos millones de polacos que sufren de esterilidad.
Por su parte, la Iglesia Católica ya expresó en las últimas semanas su férrea oposición a una norma que regule la FIV y permita su "liberalización" e incluso su financiación pública.
En una carta abierta a los principales mandatarios, los obispos denunciaron "las incalculables consecuencias sociales" que puede traer la aplicación generalizada de esta técnica de reproducción asistida.