Pasar más de 90 minutos en un transporte para llegar o retornar del trabajo aumenta las posibilidades de divorciarse.
También puede causar un aumento en el estrés, en la sensación de soledad y una disminución en la satisfacción personal.
Una serie de estudios comprobó que ocupar más de 90 minutos en el traslado del hogar al lugar de trabajo puede causar efectos negativos en las personas.
Una investigación realizada por científicos de la Universidad de Umea, en Suecia, postuló que una pareja corre mayor riesgo de divorciarse si uno de los integrantes gasta más de 40 minutos en llegar al lugar donde cumple sus deberes laborales. Las estadísticas apuntan a que la probabilidad de separación alcanza un 40 por ciento, cifra que puede aumentar en el caso de que el tiempo de traslado sea mayor.
Erika Sandow, encargada del estudio, también descubrió que quienes optan por recorrer mayores distancias buscan un mejor puesto de trabajo, lo que desemboca en mayores sueldos, aunque esto no siempre es beneficioso por las razones antes expuestas.
"Las parejas tienen menos tiempo para todo y deben distribuir lo que les queda en múltiples tareas domésticas", dijo a La Tercera Sandow, en ese reparto de prioridades, la convivencia amorosa la mayoría de las veces queda en el último lugar.
Factor estrés
La consultora Gallup llamó la atención de la opinión pública al constatar con una encuesta de nivel mundial que un 40 por ciento de los trabajadores que invierten más de 90 minutos en trasladarse comienzan a exhibir mayores signos de estrés.
La situación también tiene como consecuencia índices menores de felicidad, en contrapunto con quienes viajan menos.
La Universidad de Cornell confirmó estos efectos con un análisis de la saliva de personas que recorren grandes extensiones en tren, muestras que se compararon con quienes se desplazaban menos. Los resultados fueron evidentes, luego de que los primeros exhibieron mayores concentraciones de la hormona del estrés, cortisol.
Otras consecuencias
La situación es más compleja cuando la influencia de los viajes detona costos sicológicos y emocionales.
De esta manera, quienes pasan mayor tiempo en un transporte pueden experimentar dolores de cuello y de espalda. Estas dolencias, sumadas a la reducción en el tiempo que hay para hacer ejercicio y comer adecuadamente, posteriormente pueden extenderse a otros males como la hipertensión, diabetes, estrés, problemas de salud mental y cardiovasculares.
El Núcleo de Estudios Metropolitanos de la UC en Chile también comprobó que un 69 por ciento de los habitantes de la Región Metropolitana tarda más de 30 minutos en su trayecto de la casa al trabajo, lo mismo sucede a la inversa.
Este hecho condiciona el establecimiento normal de relaciones sociales, lo cual fue comprobado por al Universidad de Havard, donde se concluyó que por cada 10 minutos que se invierte en un trayecto con fines laborales se sacrifica un 10 por ciento de las conexiones sociales.
El poco tiempo dedicado al fortalecimiento de los vínculos con la pareja, amigos, familia o la oportunidad de concretar actividades recreativas finalmente causa la insatisfacción personal e incrementa una sensación de mayor soledad.
