Se trata de un virus endémico que se encuentra en las zonas tropicales de África y América Latina.
Aparte de la vacunación, existen otras medidas que se pueden adoptar para prevenir esta enfermedad.
Este martes murió en Brasil un segundo chileno contagiado por la fiebre amarilla, virus endémico que se encuentra en las zonas tropicales de África y América Latina.
El Ministerio de Salud explicó que la fiebre amarilla es una enfermedad aguda viral, hemorrágica, transmitida por mosquitos infectados.
Si bien en la actualidad no existe un tratamiento, la forma más eficaz para preveniurla es la vacunación. Además, existen repelentes que contienen DEET (N, N-dietil-m-toluamida).
La vacuna, que debe ser indicada por un médico, debe administrarse en lugares internacionales autorizados por las Secretarias Regionales Ministeriales (Seremi) de Salud.
El Minsal afirmó que "la vacuna es segura, asequible, eficaz y se requiere una sola dosis para conferir la inmunidad de por vida, esta debe ser administrada al menos 10 días antes del inicio del viaje, con el objeto de adquirir los niveles de anticuerpos necesarios para su protección".
Revisa los vacunatorios certificados en Chile
Síntomas y medidas de prevención
Según informa la Organización Panamericana de la Salud (OPS), este virus, en su fase inicial, causa fiebre, dolor muscular y de cabeza, escalofríos, pérdida del apetito y náuseas o vómitos.
En la mayoría de los pacientes, éstos síntomas desaparecen en cerca de tres a cuatro días. Sin embargo, precisa la OPS, el 15 por ciento entra en una segunda fase, más tóxica dentro de las 24 horas siguientes a la remisión inicial en donde vuelve la fiebre alta y varios sistemas del cuerpo son afectados.
Y si bien la vacunación es la medida preventiva más importante, también hay otras recomendaciones que se debe considerar, según detalla el Minsal:
