La alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidió este viernes a la comunidad internacional que considere el impacto social y humanitario que las medidas de contención del coronavirus pueden tener en muchas personas, especialmente las más desfavorecidas.
"El Covid-19 es un test para nuestras sociedades. Nos estamos adaptando como podemos al virus y la dignidad humana y los derechos deben estar en el centro de ese esfuerzo, no dejados de lado", señaló Bachelet en un comunicado.
La ex Presidenta chilena subrayó que en el marco de la lucha contra la epidemia se deben destinar recursos para la protección social con el fin de que los más vulnerables puedan sobrevivir económicamente en lo que puede convertirse en una "crisis prolongada".
"Los esfuerzos para combatir el virus no funcionarán a menos que los consideremos de forma completa, protegiendo médica y económicamente a los más vulnerables y olvidados de la sociedad", insistió la ex Mandataria, quien antes de entrar en política estudió y practicó Medicina.
La oficina de la ONU dirigida por Bachelet subrayó que las cuarentenas y las estancias forzosas en el domicilio deben aplicarse "con estricto arreglo a los estándares de los derechos humanos y en un modo proporcional al riesgo" de la epidemia.
Recordó que, incluso cuando estas medidas son legítimas, pueden afectar especialmente a los más vulnerables, como la suspensión de clases escolares (que obliga a muchos progenitores, con frecuencia a las madres, a dejar de trabajar para cuidar a los niños).
Combate a la discriminación
Bachelet denunció por otra parte la pasada semana en el Consejo de Derechos Humanos que estos días se celebra en Ginebra que la epidemia del coronavirus ha desatado "una inquietante ola de prejuicios contra ciudadanos chinos y de etnia oriental".
"Pido a los Estados miembros que combatan ésta y otras formas de discriminación", subrayó entonces la ex Presidenta chilena.