En estricto rigor, el equinoccio de primavera, que marca el inicio de esta estación del año, se inició este miércoles a las 05:21 de la madrugada. En ese momento la curva elíptica que describe nuestro planeta alrededor del sol produce que los rayos caigan de forma perpendicular a la Línea del Ecuador.
Lo anterior unido a los 23 grados 27 minutos de inclinación de la Tierra en relación a su eje provoca que la radiación de luz y calor nos otorgue poco a poco temperaturas más elevadas y días más largos, lo que irá en aumento durante los próximos tres meses hasta llegar al verano.
Con la llegada de la primavera aumentan las alergias estacionales ante el aumento de la cantidad de partículas de polen en suspensión, que en Chile afecta a más de dos millones de personas.
Según un estudio del Centro de Ciencias Ambientales de la Universidad de Chile, la cantidad de polen en el aire se ha triplicado en los últimos diez años en la región Metropolitana; adicionalmente se espera que esta semana alcance su nivel más alto, con 714 granos de polen por metro cúbico de aire, mientras que los niveles de plátano oriental bordearán los 659 g/m3.
Niveles de pone en Santiago. (Foto: Polenes.cl)
Entre los síntomas típicos de la alergia primaveral están estornudos, congestión y aumento de secreción nasal. Eso sucede porque el sistema inmune humano se defiende de manera exagerada de los alergenos presentes en el aire, como son el polen de las plantas y árboles, ácaros del polvo que se encuentran en colchones, juguetes de peluche, sillones y alfombras, hongos y alérgenos de origen animal.
Patricia Fernández, directora de la Escuela de Ciencias de la Salud de la Universidad del Pacífico, explicó que "en esta respuesta se libera, entre otros, una sustancia química llamada histamina en el torrente sanguíneo, sustancia que es la que ocasiona los síntomas alérgicos".
La experta señaló además que el aumento de la presencia de polen se presenta especialmente durante las primeras horas de la mañana, en días cálidos y cuando hay mucho viento o alta humedad ambiental. "En ese escenario es mejor evitar la exposición a estos alérgenos, quedándose en espacios cerrados. Al contrario, es bueno aprovechar los días lluviosos para poder desplazarse al aire libre", indica la profesional.
Depresiones estacionales
Con el cambio estacional hay un grupo reducido de personas que además puede experimentar síntomas más fuertes de depresión, enfermedad que padece cerca de un 30 por ciento de las personas.
No se sabe con exactitud cuáles son sus causas, pero se considera como gran factor de riesgo la predisposición genética y, muy por debajo, los agentes ambientales. Además, se ha establecido que la primavera podría estar influyendo en los niveles de serotonina, un neurotransmisor conocido también como "la hormona del bienestar".
Pedro Retamal, psiquiatra de Clínica Santa María, explicó que entre quienes tienen depresión, "pueden tener varias fases depresivas en la vida, las que tienen ritmos que frecuentemente se acoplan con los ritmos estacionales".
"Los síntomas no son muy distintos a los de otras depresiones. Hay algunos un poco diferentes como la tendencia a comer más, sobre todo chocolates y dulces (carbohidratos), por lo que se percibe un aumento de peso, y también una cierta tendencia a dormir más. Estas son molestias distintas a lo habitual, porque en las otras depresiones la gente come menos, duerme poco y baja de peso", asegura el especialista.
Según Retamal es posible realizar una terapia preventiva para las personas que suelen tener depresiones estacionales. Además, lo más común es el tratamiento con fármacos y/o estabilizadores de ánimo. De todos modos, siempre es necesario acudir a un especialista y no automedicarse.