En 1982, el piloto Eric Moody estaba listo para un apacible vuelo nocturno desde Kuala Lumpur hasta Perth, en Australia. El cielo estaba claro y la tripulación feliz pues habían comido satay malayo esa noche.
Pero cuando volaba sobre Java, un motor falló. Y luego otro. Y otro. Unos minutos más tarde, no había ningún motor funcionando.
Con voz calmada, Moody hizo el anuncio: "Buenas noches, damas y caballeros. Les habla el capitán. Tenemos un pequeño problema. Todos los motores dejaron de funcionar. Estamos haciendo todo lo posible para arreglarlos. Espero que no se pongan muy nerviosos".
Tampoco se le notó que estaba aterrorizado cuando llevó a cabo el aterrizaje forzoso en el aeropuerto de Yakarta.
Sin embargo, en cuestión de seis meses desde que ocurrió el incidente, se dio cuenta de que la punta de su copete se había vuelto blanca. Al año, le había pasado lo mismo al resto de su cabello.
Eric Moody no es el único. Se dice que lo mismo le ocurrió a varios personajes históricos, incluso en un período de tiempo más corto.
Cuentan que el pelo de la reina consorte de Francia María Antonieta se tornó blanco en una noche, aquella que precedió a su encuentro con la guillotina, cuando tenía 37 años de edad.
El pensador inglés Tomás Moro, quien luego fue canonizado, fue ejecutado en la Torre de Londres en 1535, y también se reportó que su cabello se blanqueó antes de su muerte.
Son buenos cuentos pero ¿serán científicamente posibles? ¿Es verdad que el pelo se puede descolorar en una noche? ¿Hay un proceso psicológico en el que el estrés extremo pueda causar que el cabello cambie de color así de rápido?
Pérdida repentina
El pelo recibe su color de dos tipos de melanina: la eumelanina, que dicta cuán oscuro es, y la feomelanina, que determina cuán rojo o amarillo es.
A medida que envejecemos, las células en los folículos pilosos dejan de producir esos pigmentos y el cabello pierde el color. Eventualmente, el efecto general de la combinación de hebras con color y sin él, particularmente en gente con pelo oscuro, es gris.
El proceso aún no se entiende bien. Un estudio mostró que el pelo produce el mismo químico que venden en botella para descolorarlo.
La hipótesis, que derivó de estudios en ratones, es que las células que producen melanina también hacen peróxido de hidrógeno, que normalmente se diluye con una enzima llamada catalasa.
Sin embargo, la producción de esa enzima baja con la edad y la acumulación de peróxido de hidrógeno bloquea la de melanina.
El nombre médico por el descoloramiento repentino del cabello escanities subita. La mejor explicación que se le da no es que el pelo cambia de color, sino que las hebras con pigmento se caen.
Una condición llamada alopecia areata causa que el pelo se caiga de repente, dejando pedazos calvos.
Se piensa que la causa es una respuesta autoinmune, en la que el sistema de defensa del cuerpo actúa en contra del mismo. Y puede exacerbarse con estrés, lo que podría explicar la asociación entre las canas y las experiencias aterradoras.
Dado que en algunos casos, a las canas no les afecta esa condición, un shock severo puede disparar la pérdida de pelo pero sólo del de color, dejando a quienes ya tienen algunas canas con una cabeza blanca.
O es posible que la respuesta inmune ataque al sistema de producción del pigmento, lo que explicaría porqué los folículos que ya no están produciendo hebras de color no son afectadas.
La raíz
Esa explicación podría explicar casos como los del capitán Moody: tomó un año para que su cabello se tornara completamente blanco.
Los casos en los que sólo toma una noche, como el de María Antonieta, son más difíciles de explicar.
Estuvo en prisión durante un año, así que quizás le negaron la posibilidad de teñirse el pelo en cautiverio y cuando volvió a aparecer en público para su ejecución, le habían cortado el cabello de manera que lo que le quedaba eran sus raíces grises.
Pero eso no explica otras historias anecdóticas, como las de jóvenes que tienen tan pocas canas que si se les cayera todo el pelo con color quedarían casi con nada.
Y hay un caso más reciente de una mujer de 54 años de edad en Suiza que tenía un pequeño pedazo de calvicie. Le dieron esteroides, lo que solucionó lo de la pérdida de pelo, pero en unas pocas semanas todo el cabello se le puso blanco, a pesar de que se le había dejado de caer y no había sufrido de ningún susto.
En 2011, el estudio de un grupo de investigación dirigido por el Nobel de Química 2012, Robert Lerkowitz, ofreció unas pistas.
Bosquejaron un mecanismo a través del cual algo distintivo del estrés crónico causa daños en el ADN de los ratones y puede llevar a que se les vuelva gris el pelo.
Expresión corporal
El acertijo de si el cabello se puede volver gris de un momento a otro suena como uno de esos sencillos que la ciencia puede resolver, pero no lo es.
El problema es que para estudiar qué pasa exactamente se necesitaría examinar el pelo antes y después de un incidente altamente estresante, evaluando cuidadosamente su color y grosor.
Las experiencias aterradoras suelen ser impredecibles y ningún comité ético va a permitir que se induzcan en un voluntario.
No obstante, hay algo de la noción de que el pelo se torne blanco por una sacudida emocional que es fascinante.
Quizás es la idea de que el cuerpo revela más de lo que pensamos, que a pesar de esa impresionante calma que le permitió al capitán Moody salvar las vidas de 247 pasajeros, su cuerpo estaba contando una historia diferente.