La expansión de las redes sociales no sólo ha facilitado la comunicación entre la gente, sino que también ha complejizado los comportamientos de los usuarios, tanto a nivel virtual como en el plano real.
Uno más de los inconvenientes que actualmente traen las redes sociales es la imposibilidad de concluir una relación amorosa de manera tajante.
El registro de actividades realizadas juntos en comentarios, fotografías o videos dificulta la ruptura, porque ya no basta con eliminar de Facebook a la ex pareja, también quedan rastros de lo que fue en Twitter, Instagram o Whatsapp.
De acuerdo con un estudio de la Universidad de California, un tercio de las parejas son incapaces de eliminar sus "recuerdos digitales". Todos los registros se proponen como "constantes recordatorios de los que la gente no puede escapar" y en el caso de que logren ser borrados, la mitad de las personas se arrepiente.
El quiebre se dificulta aún más cuando estas plataformas permiten saber del otro casi de manera instantánea. Basta un par de clicks para saber qué está haciendo el o la ex por estados, actualizaciones o publicaciones.
"Esta conexión instantánea aumenta el morbo y el deseo de saber en qué está el otro, impidiendo el escenario ideal para sobrellevar este tipo de pérdida: la desconexión total", indicó a El Mercurio la sicóloga de parejas Perla Sanhueza.
Bloqueo y autocontrol
Y la recomendación es lapidaria: hay que bloquear a la persona en todo lo que sea una red social. De lo contrario pueden emanar complejidades derivadas.
"Si el contacto visual se mantiene, se puede saber cómo está el otro y tener información sobre si ha reanudado su vida con otra pareja o si sigue disponible, situaciones que pueden llevar a mantener la conexión latente y dificultan el avanzar en un proyecto de vida personal sin el otro", explicó la directora de la Sociedad Chilena de Sicología Clínica, Mónica López.
Una vez en ese punto pueden surgir inconvenientes en la autoestima y hacer retroceder todo lo que se ha avanzado en el proceso.
Es así como se llega a otra clave para lidiar con una separación: mantener el autocontrol y no espiar al otro. "La idea no es olvidarse o borrarse de su historia, sino ayudarse a procesar mejor, valorar lo bueno e ir perdonando, sin estímulos como fotos o posteos que puedan generar resentimientos y dolores que afecten más y dificulten la recuperación", acotó López.