Sordera repentina puede anunciar un infarto cerebral, según expertos
Científicos comprobaron que quienes habían sufrido una pérdida de audición súbita, tenían un riesgo de sufrir de ictus, enfermedad cerebrovascular, un 64 por ciento mayor.
Científicos comprobaron que quienes habían sufrido una pérdida de audición súbita, tenían un riesgo de sufrir de ictus, enfermedad cerebrovascular, un 64 por ciento mayor.
Según un estudio realizado durante cinco años de la Universidad de Taipei, en Taiwán, las pérdidas repentinas de audición podrían ser un signo de alerta de un futuro infarto cerebral.
Esta afección, llamada sordera repentina o súbita, es un trastorno que afecta 10 pacientes por cada 100.000 habitantes y año. En el 98 por ciento de los casos afecta a un solo oído. La mayoría de los pacientes están en la quinta década de la vida aunque pueden darse casos a cualquier edad. Afecta por igual a hombres y mujeres.
Los expertos realizaron un seguimiento a un grupo de 1.423 pacientes hospitalizados a causa de esta enfermedad. Sus datos fueron comparados con los de una muestra de control de 5.692 individuos que habían sido operados de apendicitis.
Tras cruzar la información, los investigadores comprobaron que quienes habían sufrido una pérdida de audición repentina, tenían un riesgo de sufrir de ictus -afección cerebrovascular que afecta a los vasos sanguíneos- un 64 por ciento mayor que el del resto de participantes.
Además, descubrieron que en la mayoría de los casos, los accidentes cerebrovasculares habían ocurrido dos años después del episodio de sordera.
"Esto sugiere que los esfuerzos para prevenir el desarrollo de un ictus deberían durar durante varios años después de haber sufrido una pérdida de audición repentina", afirmaron los investigadores en el trabajo publicado en la revista Stroke de la Asociación Americana del Corazón.
Factores de riesgo
Los investigadores sugirieron que la clave de la asociación entre la sordera y el infarto cerebral podría estar en un problema vascular.
"Especulamos con que la sordera repentina comparte una etiología común con el infarto cerebral repentino porque varios estudios recientes muestran que los pacientes con estas pérdidas de audición tiene niveles más altos de fibrinógenos y colesterol en sangre, factores de riesgo para sufrir un ictus", comentaron los autores.
"Nuestros datos muestran que la sordera neurosensorial repentina es un signo temprano del infarto cerebral, un hecho que tiene importantes implicaciones clínicas para el cuidado de este tipo de pacientes", agregan.
Los expertos advirtieron que estos individuos, particularmente aquellos con otros trastornos vasculares o de edad avanzada, deberían someterse a revisiones hematológicas y neurológicas para poder identificar a los que tienen un riesgo potencial de sufrir un ictus en el futuro. (Agencias)