"Stranger Things" y la cotidianidad de la gordofobia
La última temporada de la producción abrió un debate sobre un guión que cuestiona el pasado físico de un personaje.
La última temporada de la producción abrió un debate sobre un guión que cuestiona el pasado físico de un personaje.
"Los cánones de belleza imperantes han existido a lo largo de la historia, pero desde mediados del siglo XX estamos inmersos en un sistema social que nos bombardea constantemente, por variadas fuentes, y de forma acelerada, con mensajes que vienen desde la industria de belleza", recuerda la doctora en Psicología Clínica y de la Salud, Camila Oda.
La académica de la Universidad de O'Higgins parte así su análisis sobre la discusión, principalmente en redes sociales, que se ha dado sobre la denominada gordofobia, a partir del éxito de la serie "Stranger Things".
En la producción de Netflix, "Jim Hopper" -personaje interpretado por David Harbour- baja notoriamente de peso en la última temporada, y el guión incluye bromas sobre este cambio de imagen, apuntando a que antes era "poco atractivo".
Se imponen "cánones difíciles de lograr, pues esto da margen a que pueda hacerse un lucro inagotable asociado a vendernos lo que supuestamente nos permitiría alcanzarlos", agrega.
La actitud de cuestionar a los cuerpos grandes y catalogarlos como menos atractivos es "lamentablemente muy frecuente, y en distintos contextos: escolar, laboral y en los espacios de salud, por ejemplo".
Para Oda, "estos comentarios denotan cómo el ideal de belleza occidental suele estar asociado a la delgadez, en las mujeres, y a la muscularidad, en el caso de los hombres".
"Se trata de acciones cotidianas que hacen que las personas que tienen cuerpos no normativos se sientan excluidos o afectados en su bienestar como, por ejemplo, que se les pongan mayores trabas para el acceso al trabajo o que cada vez que visiten al médico se atribuyen sus dolencias al peso corporal sin siquiera ser revisados, entre cientos de otros ejemplos", resume.
La psicóloga e investigadora del Instituto de Ciencias Sociales UOH asegura que lo anterior tiene múltiples repercusiones, de salud mental y fisiológica, "especialmente cuando estas ideas están interiorizadas por las personas que son blanco de las mismas".
¿Y qué hacer? La doctora Oda recuerda la premisa de "los 5 segundos", es decir, sólo puedes comentar cosas que son "modificables' en 5 segundos; por ejemplo, tienes algo verde en los dientes, tienes el vestido doblado, etc. Fuera de eso, no se debe hablar del cuerpo de otros".