El ministro de Salud se enfrenta públicamente con la UDI tras denunciar presiones a parlamentarios.
Gremialistas amenazan con interpelarlo por sus "acusaciones gratuitas".
La aprobación de la ley que endurece las normas para fumar en espacios públicos abrió un inesperado foco de conflicto entre el ministro de Salud, Jaime Mañalich, y la bancada de diputados de la UDI.
Si bien Mañalich se apuntó un triunfo al conseguir que la Cámara Baja diera luz verde al proyecto, sus reiteradas acusaciones sobre el lobby de las empresas tabacaleras sobre los parlamentarios terminaron por exasperar a los diputados de la UDI, que incluso amenazaron con interpelarlo por estas declaraciones.
"Nos parece que es una acusación grave que, además, rompe una regla del juego bastante útil que había tenido el Gobierno para con sus parlamentarios, que tenía que ver justamente con no criticar la labor parlamentaria. Nosotros queremos saber si el ministro se refería a los parlamentarios de la Concertación o a los parlamentarios de la Coalición por el Cambio", dijo el ex jefe de la bancada, Felipe Ward.
"Nosotros no vamos a aceptar acusaciones gratuitas y que, además, se venga a hacer una denuncia tan grave en forma genérica, sin dar los nombres de las personas que están involucradas (supuestamente)", refrendó el nuevo jefe de la bancada gremialista, Gustavo Hasbún.
En medio de la propia sesión en la que se aprobó el texto, el diputado UDI Ignacio Urrutia encaró a Mañalich y lo desafió a dar los nombres de los parlamentarios que estarían actuando para proteger los intereses de la industria: "¿Quién hace más lobby, el ministro o las tabacaleras? Sin duda que el ministro. Yo le pido nombres y apellidos de los parlamentarios a los que se refiere con lobby, para que tengamos claridad de quienes son los comprados", dijo Urrutia.
Disposición del ministro
El titular de Salud salió a explicar, una vez finalizada la votación, que él está plenamente dispuesto a entregar los antecedentes que maneja sobre el intenso lobby que dispuso la industria para impedir el despacho de la ley.
"Yo le pregunté a él (Urrutia), le solicité que si él lo estimaba prudente él me interpelara o consiguiera las firmas para esta interpelación y yo feliz vengo y doy toda la información que los diputados requieran respecto a esta materia", dijo Mañalich.
"Yo he sido víctima del lobby de la industria tabacalera y no tengo ningún problema en venir a informar con mucho detalle cómo es que esa influencia se trató de hacer para que yo no siguiera adelante con esta ley", afirmó el secretario de Estado.
El ministro destacó también, en este punto, el testimonio que dio en la Sala el diputado independiente por Coquimbo, Pedro Velásquez, quien reveló haber sido contactado por las tabacaleras para que votara contra la ley.
"Hace cuatro días me llama una dama de nombre Tamara, de Tabacos Chile (sic), y me dice que por favor vote en contra para que la comisión mixta arregle lo que hizo el Senado, que ella lo encuentra horroroso. Yo pregunto si eso no es lobby, si eso no es anormal, porque hoy nuevamente me llamó en varias oportunidades para juntarse con mi persona", denunció el parlamentario ante sus pares, según consignó la Radio Universidad de Chile.
Los beneficios de la ley
Más allá de este conflicto, los diputados integrantes de la Comisión de Salud de la Cámara Baja, fueron enfáticos en manifestar su conformidad con la aprobación de esta nueva ley, que está en condiciones de entrar en vigencia en el mes de marzo.
"Va a existir una nueva ley que, definitivamente, permitiendo que quienes voluntariamente consumen el tabaco no puedan contaminar a terceras personas en espacios cerrados", dijo el PPD Enrique Accorsi.
"Nosotros lo que hemos hecho es sacar una ley antitabaco que no impide fumar, sino que protege a los que no pueden defenderse, y que, en general, son los menores y los trabajadores de los lugares donde se fuma", destacó la RN Karla Rubilar, médico de profesión, como su colega Accorsi.
Con la norma en vigor, las empresas tendrán un plazo de un mes para sacar del mercado todos los cigarrillos mentolados y con sabor.
Tampoco se podrá fumar en espacios cerrados de cualquier tipo, pero sí se aceptará a los fumadores en los estadios. Esto estaba prohibido inicialmente, pero ahora se dará la facultad a cada recinto para que decida dónde se pueden consumir cigarros en sus dependencias.
