Se trata de un hombre de 50 años que sufrió un ataque cardíaco.
Sus vecinos no se dieron cuenta, porque las revistas encapsularon las emanaciones de su cuerpo.
Parece una historia de terror, pero ocurrió en Japón para la sorpresa de muchos. Esta semana se encontró el cuerpo un hombre oriundo de la localidad de Kanagawa, que falleció y posteriormente fue sepultado por su considerable colección de manga erótico.
Como si no fuera suficientemente anecdótico, el impacto vino cuando se constató que el sujeto, que ha sido identificado como Joji, llevaba fallecido un mes bajo las revistas, recortes y otros formatos físicos de pornografía. Los vecinos no se dieron cuenta de su deceso ya que las publicaciones crearon una especie de barrera en torno al cadáver, que encapsuló su olor y mantuvo a los inquilinos ajenos al funesto episodio.
El sitio Nikkan Spa! detalló que el fallecido era un hombre de 50 años, trabajador de una empresa automotriz, que sentía una gran afición por la pornografía. Vivía en un departamento de dos ambientes y rodeado de estas pertenencias. Tal era su fanatismo por el manga erótico que llegó a amasar una nada despreciable colección de alrededor de seis toneladas.
La Policía japonesa descartó que Joji haya muerto aplastado por su obsesión, sino que primero sufrió un ataque cardíaco y luego parte de la colección le cayó encima. El mismo papel absorbió los olores y los líquidos que emanaron del cuerpo, evitando que alguien se diera cuenta hasta que fue encontrado 30 días después.
Aumento de muertes solitarias
Las autoridades también indicaron que la muerte de personas solitarias se ha triplicado en el último tiempo, y este es un caso más de ellos.
Por lo mismo, el medio nipón cita a Ryo Takada, dueño de una empresa que se dedica a lidiar con estos casos, que limpia las viviendas donde se han encontrado personas fallecidas muchos días después, eliminando sobre todo pertenencias que puedan causar alguna controversia familiar.
La gente de muerte solitaria a menudo están comprometidos con algún tipo de manía o de propensión. "Sorpresivamente", esta habitación estaba llena de una gran cantidad de bienes ociosos, explicó al medio Takada. "Trato de desechar lo que la familia del fallecido desconoce", puntualizó.
