Multimillonario escritor fue condenado por torturas y brutal asesinato a su novia ucraniana
Tres semanas antes del homicidio, la modelo fue madre junto al guionista de horror.
Tres semanas antes del homicidio, la modelo fue madre junto al guionista de horror.
El autor de un macabro crimen fue condenado a cadena perpetua y sin posibilidad de rebajar su sentencia, tras un extenso juicio.
Blake Leibel, un multimillonario escritor de comics de terror, torturó y mutiló a su novia Iana Kasian, antes de asesinarla en el departamento en que vivían en Los Angeles, California, en un caso calificado por la policía como "uno de los crímenes más horribles de Hollywood".
La modelo ucraniana había sido madre de una niña con Leibel solo tres semanas antes de su asesinato y la pareja estaba comprometida para casarse.
Según informó BBC, el canadiense de 37 años atacó a su novia y la sometió a múltiples torturas durante horas.
Cuando la policía encontró el cuerpo, la modelo estaba desnuda y llena de heridas sobre un colchón ensangrentado. Pericias constataron que le habían quitado con un cuchillo su cuero cabelludo, una oreja, las cejas y drenaron toda su sangre en una bañera, colocándola con los pies encima de su cabeza.
Iana Kasian siguió viva durante las primeras ocho horas del horrible ataque.
El crimen de Leibel fue descubierto luego que la madre de la modelo, Olga Kasian, viajara desde Ucrania a Estados Unidos para conocer a su nieta recién nacida. Pero cuando llegó, su hija Iana estaba desaparecida.
Kasian se acercó a la policía y allanaron el departamento de Leibel para hallar la brutal escena del crimen.
Según Gizmodo, el escritor dijo que asesinó a su novia porque le estaba dedicando más tiempo a su hija recién nacida que a él.
Parte del juicio giró en torno a las páginas de una novela gráfica escrita por Leibel sobre un asesino en serie que desangraba a sus víctimas. En ellas aparecía una mujer desnuda, sobre una cama cubierta de sangre y decapitada. En otra imagen salía colgando cabeza abajo.
La fiscalía usó esas imágenes como evidencia contra Leibel, quien había heredado la fortuna de su padre, un multimillonario canadiense dueño de varias empresas.