Quieren prohibir show de stripper enano por denigrante: "Me voy a quedar sin trabajo"
El "pequeño gran hombre", como lo conocen, está indignado con su despido.
El "pequeño gran hombre", como lo conocen, está indignado con su despido.
Toni Ivars trabaja hace siete años como stripper en una discoteque de Benidorm, España. El local atiende principalmente a británicos y el hombre de 41 años, que tiene acondroplasia, el tipo más común de enanismo, podría quedar sin trabajo.
El congreso español aprobó que se terminen los espectáculos que denigren a las personas con enanismo, lo que amenaza su futuro: "Que lo quieren prohibir porque les ofende. Y yo me voy a quedar sin trabajo. ¿Eso no les ofende?", reclamó Ivars en El Español.
Antes de llegar a la discoteque Chaplin, trabajaba en espectáculos con toros, hasta que conoció a los dueños en una fiesta y lo contrataron. Ahí comenzó con sus shows en los que queda en tanga y tienen tono cómico.
"A mí me gusta mi trabajo. Mucho más que cuando estaba con los toros. Aquí me divierto con la gente, me pongo un disfraz distinto cada noche, y hago reír al público. A mí no me humillan y no creo que se rían de mí. Se ríen porque hago cosas graciosas, que me las preparo en el espectáculo para eso. Para un artista cómico, lo mejor que le puede pasar es que la gente se ría",contó "el pequeño gran hombre", como lo apodan.
El ‘despido’ de Toni, el enano 'stripper' más cotizado en Benidorm: “Esto sí que me ofende” https://t.co/6mGqkvEhn4
— EL ESPAÑOL (@elespanolcom) August 11, 2019
Con su trabajo de stripper se compró un auto, un departamento y ayuda económicamente a sus papás jubilados, pero ahora siente incertidumbre.
"Cuando dicen que me busque un trabajo digno, ¿a qué se refieren? ¿A meterme ocho horas en una fábrica para cobrar menos?. Pues yo estoy mejor aquí en mi espectáculo. Me gusta mi trabajo, me gusta la noche, me gano bien la vida y me siento respetado", agregó Toni.
Según cuenta, trabaja "con otro artista rumano que se llama Dimitri, nos llevamos de lujo y me hace algunos de mis trajes a medida. Los dos nos disfrazamos y vamos juntos. Él lleva unos zancos. El alto no le ofende a nadie, ¿no? Sólo el enano".
El País informó en mayo que el local Chaplin fue investigado por las autoridades españolas, pues afuera tenían un catel en que se leía "se alquilan enanos".
"Eso es lo ofensivo. Verás como no ponen en ningún lado 'Se alquilan mujeres' o 'Se alquilan maricones'. Los que hacemos risa somos las personas con enanismo. Reirse del enano. Nunca vas a ver que anuncien strippers con síndrome de Down o alguna discapacidad intelectual. Directamente nadie entraría, se escandalizaría y se daría la vuelta", reclama Felipe Orviz, un asesor jurídico español con acondroplasia que lidera la cruzada contra los tratos denigrantes.