El gigante informático estadounidense Microsoft cerrará el acuerdo de adquisición de la división de teléfonos móviles de la finlandesa Nokia este viernes, después de que el trato, anunciado en septiembre, se retrasase por los trámites con las autoridades que regulan la competencia.
Microsoft pagará 7.200 millones de dólares por la compra de la división de dispositivos móviles y las patentes de Nokia, después de que la Comisión Europea (CE) y otros organismos reguladores internacionales hayan autorizado la operación.
A diferencia de lo previsto en el acuerdo inicial, Microsoft no adquirirá la fábrica de Nokia en Corea del Sur, mientras que una veintena de empleados de la oficina tecnológica de Nokia en China que, en principio iban a mantenerse en el equipo de la empresa finlandesa, pasarán a formar parte de Microsoft.
Finalmente, y también a diferencia de lo previsto, Microsoft dirigirá el dominio nokia.com y las redes sociales de Nokia durante un periodo máximo de un año "para el beneficio de ambas compañías" y sus clientes.
"Esta adquisición ayudará a Microsoft a acelerar la innovación y a adaptar el mercado para los Windows Phones. Además, esperamos que los siguientes mil millones de clientes accedan a los servicios de Microsoft a través de los teléfonos móviles Nokia", remarcó el asesor legal del gigante estadounidense.
La operación, anunciada el pasado 3 de septiembre, incluye la venta de todos los activos de Nokia relacionados con el diseño y fabricación de móviles básicos y terminales inteligentes, incluidas las fábricas, los centros de I+D y el traspaso de unos 32.000 empleados.
Además, Nokia otorgará a Microsoft una licencia no exclusiva para la utilización de sus patentes de telefonía móvil durante diez años, con la posibilidad de extender el acuerdo de forma indefinida.
En diciembre, la CE analizó los efectos de la operación en el campo de los dispositivos portátiles inteligentes, incluyendo los teléfonos inteligentes y las tabletas, y concluyó que las actividades de Nokia y de Microsoft en este mercado solo se solapan "mínimamente" y que varios "rivales fuertes como Samsung y Apple seguirán compitiendo con la empresa fusionada".
La venta de la división de teléfonos móviles de Nokia a Microsoft pone fin a una era en el mercado de las telecomunicaciones, ya que supone la caída de la última gran compañía pionera del sector.