Pretenden llegar a este objetivo con el uso de combustibles sostenibles como la electricidad y el hidrógeno.
En los próximos treinta años el sector eliminaría 21,2 gigatoneladas de emisiones de CO2.
El compromiso se acordó este lunes en la apertura de la 77° asamblea general de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo
Las aerolíneas a nivel mundial se comprometieron a alcanzar cero emisiones para 2050, lo que supondrá que el sector eliminará en los próximos 20 años 21,2 gigatoneladas de emisiones de carbono (co2).
Este compromiso se acordó hoy lunes en una resolución que se aprobó en la apertura de la 77° asamblea general de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA, en inglés) que se está llevando a cabo entre hoy y el martes en Boston (EE.UU.).
La IATA comentó que la forma en la que pretende llegar a este objetivo se basa en el uso de combustibles sostenibles como la electricidad y el hidrógeno, nueva tecnología, operaciones e infraestructura más eficientes.
El director general de la IATA, Willie Walsh, enfatizó que este sector "tiene un plan" y declaró que del total de emisiones del área, el 65 % serán eliminadas con el uso de combustibles sostenibles.
Walsh comentó además que otro 13 por ciento será eliminado con nuevas tecnologías de propulsión, por ejemplo las basadas en hidrógeno y las mejoras en eficiencia permitirán eliminar otro 3 por ciento de emisiones. Del porcentaje restante, un 11 por ciento será mitigado con medidas de captura y almacenamiento de carbono y un 8 por ciento con programas de compensación.
"Cualquiera que sea el camino final hacia cero emisiones, lo que es absolutamente cierto es que la única forma de alcanzarlo será con la participación de la cadena de valor y los Gobiernos", añadió Walsh.
El director general de la IATA advirtió que los intentos para reducir el número de vuelos como solución para reducir las emisiones del sector sería desfavorable y defendió en cambio el uso de incentivos.
"Limitar los vuelos con impuestos retrógrados y punitivos sofocará las inversiones y podría restringir el transporte aéreo a los más adinerados.", comentó Walsh, además añadió que no ha existido un impuesto medioambiental que financie actividades que reduzcan las emisiones de co2.
El director general de la IATA finalizó con que "los incentivos son el camino que han demostrado su efectividad. Solucionan el problema, crean empleos y aumentan la prosperidad".
