Aunque las cámaras fotográficas siguen renovándose cada año para ofrecer cada vez mejores cualidades al usuario profesional y amateur, es un hecho que, particularmente entre el último segmento, están quedando obsoletas.
Esto se debe al auge de los smartphones, ya que hoy el 83% de los 5.2 billones de teléfonos en uso en el mundo integran una cámara fotográfica. La competencia entre las marcas principales que ofrecen equipos de gama alta se enfoca tanto en aumentar la nitidez y resolución de la cámara trasera, como en procurar al usuario una cámara delantera que le permita tomar las mejores selfies o "wefies", es decir, las imágenes propias que se capturan en grupo.
Según cifras recopiladas por LG Electronics, el 90 por ciento de las personas que han tomado una fotografía este año lo ha hecho a través del smartphone. Mientras que los expertos proyectan que durante este 2015 se tomarán más de 1 billón de fotografías con estos dispositivos.
El reinado del autorretrato
¿Cuál es la razón de que la gente prefiera un smartphone sobre una cámara? La posibilidad de compartir fácil y rápidamente la foto en redes sociales con sus amigos y contactos, dando a conocer los momentos especiales que se viven y reafirmando la identidad al conseguir el interés de terceros en nuestras vidas.
La tendencia al autorretrato con el smartphone es la que reina y sigue creciendo. Según los datos de LG Electronics, de la totalidad de las imágenes tomadas al día en el mundo, aproximadamente 1.8 mil millones se comparten en las redes sociales y 93 millones son selfies.
Los jóvenes y las mujeres son los más proclives a autorretratarse en distintas circunstancias, usando plataformas como Instagram o Facebook para compartirlas con sus amigos.
El fenómeno se instaló definitivamente en el mundo en 2014, aunque fue en 2013 cuando "selfie" fue elegida como "la palabra del año" por los editores de los diccionarios Oxford.
Incluso muchos de aquellos que en un principio se resistían a la moda por pudor, al considerarlo un ejercicio narcisista innecesario, han terminado cediendo a la tentación de tomar una foto de si mismos, solos o con alguien más, en circunstancias especiales.
¿Se acabará la tendencia en algún momento? Probablemente si. Como todas las modas llegará a su fin, aunque las compañías tecnológicas exprimirán su potencial hasta el último minuto.