Este domingo 15 de noviembre el llamado "cerebro digital" conmemora su aniversario número 44. Esta fecha corresponde al día de 1971 en que fue presentado el primer microprocesador de la historia: el Intel 4004. En ese momento fue creado para darle vida a una calculadora japonesa, pero este hito se convirtió en el comienzo de la computación portátil y de todos los dispositivos digitales que hacen nuestra vida más fácil.
Es común preguntarse cómo ha avanzado tanto la tecnología en las últimas cuatro décadas: Internet, smartphones, pantallas touch y los wearables corresponden a grandes revoluciones que ahora se han transformado un tema rutinario. Nada de esto sería posible sin la existencia del microprocesador.
La ya famosa calculadora que el Intel 4004 hizo funcionar pertenecía a la compañía japonesa Busicom y su cerebro digital fue desarrollado en las oficinas de la entonces joven Intel en California. Los responsables fueron Federico Faggin y Marcian Ted Hoff de Intel, junto al aporte de Masatoshi Shima de Busicom. Su lanzamiento hace 44 años significó la primera comercialización de un chip de este tipo en la historia.
Aunque la mayoría de las personas nunca ha visto un microprocesador de cerca, estos están insertos en innumerables cosas con las que interactuamos: Portones eléctricos, dispensadores de dinero, computadoras de escritorio, equipos All-in-One, tabletas, dispositivos 2en1, smartphones y relojes inteligentes por ejemplo.
"Los procesadores revolucionaron la manera en que la tecnología se integró al hogar y su rápido desarrollo en el tiempo es lo que nos permite contar con verdaderas computadoras que se pueden llevar en el bolsillo. La evolución en su diseño ha permitido contar con dispositivos de alto rendimiento, cada vez más eficientes y más pequeños", señaló Rocío Posadas, Gerente de Consumo de Intel para Latinoamérica.
¿Cómo fue posible esta masificación digital?
Una de las claves para que los microprocesadores se masificaran corresponde a la búsqueda de fabricantes como Intel por cumplir con la Ley de Moore, creada por Gordon Moore, uno de los fundadores de la compañía. Esta ley establece que cada dos años los avances en tecnología permiten fabricar cerebros digitales más pequeños y potentes.
Continuando con lo predicho por la Ley de Moore (que fue planteada en 1965, seis años antes de la presentación del microprocesador), hoy se nos permite hacer de casi cualquier objeto uno "inteligente" gracias a la adición de un chip digital. Existen procesadores en juguetes, tarjetas musicales y semáforos. Y algunos prototipos fabricados a la fecha muestran cómo agregando esta tecnología a algo como una planta por ejemplo, puede ayudar a monitorearlas en forma remota desde cualquier lugar del mundo con conexión a Internet.
Por otro lado, el llamado 'Internet de las cosas' ya permite que muchos de los objetos o aparatos que utilizamos a diario estén permanentemente comunicados entre sí para funcionar mejor. Y en el futuro se tratará de todos. "Pueden corresponder a automóviles, casas, plantaciones, audífonos, lavadoras, timbres o lentes; añadiendo inteligencia a aparatos que antes nadie pensaría que pudiesen estar conectados a la red", agregó Posadas.
La tecnología actual también nos presenta un panorama en que la potencia de los procesadores no sólo permitirán a las herramientas tecnológicas analizar de manera precisa el funcionamiento de ciudades enteras, sino que también podrán tomar la información para elaborar predicciones según la data que reciban de sus usuarios, comportándose más como lo haría un asistente que como una computadora personal, a través de robots u otras herramientas.