La fórmula para engañar al sistema la puso en evidencia un grupo de académicos británicos y estadounidenses.
Aseguran que el sistema de la compañía "no es transparente".
Tras malas prácticas y comportamientos de los taxistas en las más diversas ciudades del mundo, gran parte de la población prefiere moverse en Uber antes que en otro medio de transporte. Pero un grupo de académicos estadounidenses y británicos salieron al paso del velo color de rosas que ha envuelto a la aplicación, alertando que sus conductores están incurriendo en un truco que hace aumentar el valor final para los usuarios.
Los conductores están organizando "apagones" masivos en zonas determinadas, para que esto haga que el algoritmo de la aplicación incremente los precios, operando bajo la lógica de alta demanda pero baja oferta.
De acuerdo con el estudio realizado por académicos de la Escuela de Negocios de Warwick, del Reino Unido, y de la Universidad de Nueva York, en Estados Unidos, lo que hacen los choferes es ponerse de acuerdo para desconectarse de la aplicación en un sector y en un espacio de tiempo determinado; tal comportamiento hará que el sistema del servicio haga crecer los costos de los viajes para los usuarios, debido a poca disponibilidad de vehículos.
Una vez en línea nuevamente, los conductores cobran la tarifa modificada al alza, gracias al "apagón" coordinado.
La profesora asistente Mareike Möhlmann especificó que "Uber utiliza softwares con algoritmos para visualizar, gobernar y controlar a los conductores, que son monitoreados y ven constantemente evaluado su desempeño".
"En respuesta, los conductores han desarrollado prácticas para recuperar el control e, incluso, jugar con el sistema", añadió.
El estudio se concretó a través de entrevistas conducidas en Nueva York y Londres, a lo que se suma el análisis de más de mil publicaciones hechas en la plataforma UberPeople.net.
Los expertos cuestionaron el sistema de Uber, planteando que "esto crea tensión y resentimiento, especialmente cuando los conductores sólo puede resolver los problemas vía correo electrónico. La estrategia de Uber no es del todo transparente, los conductores no saben cómo las decisiones se están tomando o cómo los trabajos se están gestionando y eso crea sentimientos negativos hacia la empresa. Así que luchan de vuelta y han encontrado formas de usar el sistema para su ventaja".
Aún no hay evidencias de que esta práctica se esté realizando en Chile, pero vale la pena tenerlo en cuenta si a la hora de pedir un vehículo a través de Uber, las tarifas lucen radicalmente altas para el común de los viajes que los usuarios realicen.
