Una compañía especialista en robótica busca dinero para el primer burdel de robots sexuales "centrado en el consentimiento".
Los clientes tienen que conversar con los robots antes de tener relaciones sexuales con ellos.
Desde su concepción, las muñecas sexuales robóticas han expresado su preocupación sobre la importancia del consentimiento, por lo que una compañía está tratando de abordar este tema.
Unicole Unicron, firma especialista en robótica, creó el primer burdel de robots sexuales "centrado en el consentimiento", en el que los clientes tienen que conversar con los robots antes de tener relaciones sexuales con ellos.
El lugar, que se llamará Eve's Robot Dreams, se encuentra actualmente en la etapa de crowdfunding en Indiegogo, pero planea abrir sus puertas en California en 2019.
La idea de la compañía es "construir un mundo donde los robots sean tratados con el respeto que merecen, lo que no contribuye a una potencial rebelión de robots en el futuro".
Para garantizar una relación armoniosa entre los visitantes y sus socios biónicos, los huéspedes deben conocer a sus robots antes de "pasar tiempo en un entorno privado".
También es posible contactarse con el robot sexual antes. "Los huéspedes pueden comenzar a construir una relación con su nuevo compañero descargando la aplicación Realbotix en su teléfono", se lee en el sitio.
Si un cliente prefiere coquetear con su robot en persona, antes de tener relaciones sexuales con él, puede hacerlo en el café del burdel.
La "principal preocupación" del burdel es la sanidad y la limpieza, ya que los robots deben estar debidamente desinfectados antes de un nuevo invitado por parte del personal.
Para garantizar la limpieza y la seguridad, los huéspedes también pueden comprar su propia inserción vaginal o de ano para colocar en los robots que están "solo para ellos".
