En la cada vez más común y rentable alianza entre la tecnología y la decoración, Samsung presentó su nueva serie de televisores "The Frame" que tienen como principal característica el poder convertirse en un cuadro cuando no se le está dando un uso convencional.
Este equipo con verdaderos problemas de personalidad tiene la opción no solo de combinar con la decoración del lugar donde se instale (se puede cambiar su marco hasta en cuatro colores distintos) sino que además permite dejarlo invisible o más bien convertirlo en un cuadro con reconocidas obras o en un gran portarretrato para ver fotografías en 43, 49, 55 y 65 pulgadas.
En concreto, hablamos de una pantalla Ultra HD (4K), Smart TV y con tecnología QLED que es la responsable de permitir que reproduzca los colores casi exactos a la realidad. Además, la inteligencia artificial de este televisor permite que a través de su sensor de brillo se ajuste automáticamente el nivel de luminosidad para que ya sea de día o de noche las obras se vean como si fuera un cuadro real.
¿Y cómo se convierte en cuadro?
Para acceder a esta función se puede elegir una de las 20 obras que vienen pre cargadas en el televisor y dejar disponible cuando no esté en uso ya sea en modo único o en random, logrando que cada cierto tiempo cambie de pintura. Otra opción es, por 2.990 mensuales, acceder al modo Art Store que es una especie de "netflix de pinturas" con más de 1.200 obras pertenecientes a las galerías más famosas del mundo y también de los artistas chilenos Alberto Montt, Catalina Rojas, Karin Barrera, Mari Grisanti y Verónica Doerner.