Las sanciones podrían alcanzar hasta las 3.000 UTM.
Usuarios también deberán cumplir un rol fiscalizador de los servicios.
Las compañías de telefonía se expondrán a considerables multas monetarias en el caso de no cumplir con las regulaciones impuestas por la nueva normativa de portabilidad numérica, una vez que ésta comience a regir el próximo 1 de enero.
La Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel), así como también el Organismo Administrador de Portabilidad (OAP), se preocuparán de fiscalizar el cumplimiento de los apartados en la legislación, pero el usuario también deberá cumplir un rol similar.
De no recibir un buen servicio, acorde con los términos estipulados al momento de firmar un contrato, el cliente tendrá la posibilidad de dirigirse a las diversas instancias habilitadas por la Subtel para poner la respectiva denuncia.
Una vez puesto el reclamo, el organismo pondrá en marcha una investigación para determinar la naturaleza de la falta. Así, dependiendo de la gravedad de la falta, se aplicarán multas que irán de 1 a 1.000 UTM; aunque también podrían llegar hasta las 3.000 UTM en caso de ser reincidentes.
Por otro lado, se establecerán multas diarias que irán aumentando dependiendo de los plazos que se toma la compañía en cuestión para resolver el problema.
Tal como las compañías deberán cumplir con ciertas directrices, los usuarios tendrán que atenerse a requisitos para poder solicitar un proceso de portabilidad numérica, el que incluso puede ser rechazado de no respetar ciertas pautas.
