El reglamento busca regular el contenido, forma y dimensiones de los juegos.
Polémica ha generado en los vendedores de estos productos.
Finalmente el pasado martes 2 de enero comenzó a regir en todo el país la Ley de etiquetado de videojuegos, que busca regular el contenido, dimensiones, formas y las otras características de estos productos.
Dentro de sus aristas más importantes, este reglamento especifica que los importadores que comercialicen a Chile deberán colocar una etiqueta que indique el nivel de violencia contenida en el videojuego.
Esta advertencia en medio de rótulos impresos, debe ser legible a simple vista y ocupar un 25% del espacio de ambas caras del envoltorio o envase de un determinado título, situación que no afecta a las plataformas digitales.
Otro punto es la calificación, los videojuegos que ya tengan deberán ser revisados por el fabricante, el encargado de etiquetar la categoría según la tabla de homologación que dicte el Consejo de Calificación Cinematográfica.
"Será responsabilidad exclusiva de quien comercialice o arriende el videojuego encargarse de mantener la visibilidad y el buen estado de la etiqueta o rótulo hasta el momento de la adquisición o arriendo de éste por el consumidor final", dice la Ley.
Polémica
Según consignó La Tercera, entre los vendedores de videojuego la ley no ha caído bien. "Nosotros etiquetamos todo cuando debíamos y después todo quedo en punto muerto. No ha llegado ningún nuevo aviso", sostuvo Juan Fernández de la tienda 8-Bits.
Además, añadió que cada etiqueta de un videojuego debe ser fabricada por ellos, lo cual harán que sufran pérdidas. "Esto debería subvencionarlo el Gobierno", cerró.
