Con el reciente lanzamiento de la consola, se descubrió que la compañía implementó un método para proteger a los niños.
El amargo sabor que contienen impiden que las tarjetas sean tragadas por menores.
Además del notorio cambio de discos a mini tarjetas, los juegos de la nueva Nintendo Switch esconden un desagradable pero útil aspecto que algunos usuarios han ido descubriendo desde el lanzamiento de la consola el pasado viernes.
Sin razón aparente, varios dueños del hardware comenzaron a lamer los cartuchos y se dieron cuenta de que tienen un amargo y desagradable sabor.
¿La razón? Nintendo consideró el tamaño de las tarjetas (menor a una moneda de $100) y les aplicó un químico no tóxico llamado benzoato de denatonio que les entrega ese extraño gusto.
De esta manera, los videojuegos quedan virtualmente fuera del alcance de los niños y de una posible ingesta.
La experiencia con los títulos de Nintendo Switch ya ha sido retratada por varios usuarios.
