Super Mario Party: La fiesta volvió para quedarse

A comienzos de octubre se estrenó en Nintendo Switch "Super Mario Party", la nueva entrega de la exitosa franquicia de juegos de mesa que debutó en 1998 en Nintendo 64.

80 minijuegos totalmente nuevos era la promesa de este título que devuelve a la saga a sus orígenes, pero con modalidades totalmente renovadas.

Son varias las maneras de jugar "Super Mario Party": la clásica competencia de cuatro jugadores en un tablero, una biblioteca abierta con todos los mini juegos y una modalidad de competencia online.

En la primera y más clásica forma de juego, esta entrega mantiene la esencia de los primeros títulos, pero también la lentitud que alejó a varios fanáticos de la saga. La adición de dados especiales -determinados por el personaje que se utiliza- le agrega más dinamismo a la hora de jugar, pero la ridícula dificultad para vencer a los rivales termina por desencantar y aburrir.

Sin embargo, la mejor parte llega a la hora de probar los minijuegos que utilizan desde el clásico control de botones y movimiento hasta las bondades físicas que ofrecen los Joy-Con de Switch.

Afortunadamente, "Super Mario Party" incluye una modalidad de biblioteca libre que permite al usuario dedicarse exclusivamente a competir en los minijuegos, obviando cinemáticas y diálogos innecesarios.

Solo con esas adiciones este juego se transforma en un imperdible para reuniones con amigos y fiestas. No obstante, la verdadera joya está en el modo rítimico: una instancia inspirada en títulos como "Rythm and Heaven" que pone a prueba la coordinación de los jugadores.

Cuatro personajes compiten en una serie de minijuegos que utilizan las características de movimientos de los controles al ritmo de una música que predomina a lo largo de la partida. Limpiar ventanas, acelerar caballos, pescar, imitar poses o golpear cubos son parte de las tareas que deben realizar los competidores para quedarse con el primer lugar.

Es precisamente esta modalidad y el ingenio invertido en gran parte de la colección de videojuegos es lo que hace a "Super Mario Party" desmarcarse de los peores juegos de la saga. Pese a que no alcanza a las tres primeras entregas, este videojuego promete convertirse en un clásico de las fiestas.