China bloqueó Twitter y YouTube para "bajarle el perfil" a revuelta
Más de 140 muertos se registran en Urumqi, provincia de Xinjiang.
Las manifestaciones comenzaron por el asesinato de dos miembros de la etnia uigur.
Más de 140 muertos se registran en Urumqi, provincia de Xinjiang.
Las manifestaciones comenzaron por el asesinato de dos miembros de la etnia uigur.
En su afán por ocultar los disturbios ocurridos en la provincia de Xinjiang, China bloqueó el acceso a Twitter y YouTube, dos de los principales medios de difusión utilizados por la ciudadanía.
Las autoridades chinas trataron de filtrar el material relacionado con la violencia que estalló en Urumqi, la capital provincial, dejando al menos 140 muertos y cientos de heridos, según un último balance oficial.
Esta es una de las pocas imágenes disponibles en Flickr. |
Este lunes no se podía acceder en China a la página de la red social, ni al sitio de videos de Google. Además, los principales motores de búsqueda chinos no encontraban ningún resultado para la entrada "Urumqi".
Un internauta estadounidense parece haber sido el primero en informar sobre los disturbios en Twitter, al anunciar que las fuerzas de seguridad bloqueaban las carreteras, y muy rápidamente la interrupción de la comunicaciones.
Después de 12 horas del anuncio en línea, la televisión oficial emitió las primeras imágenes impactantes de estas violencias, al mostrar a heridos ensangrentados, vehículos en llamas y saqueos.
Las protestas comenzaron de forma pacífica según testigos y grupos musulmanes uigures en el exilio, como protesta por la muerte de dos miembros de esa etnia en una fábrica de juguetes en un linchamiento, en el que otros 118 resultaron heridos.
"Sin saberse el motivo, pronto llegó la policía", explica un testigo. La fuerza armada pronto controló la situación, pero entonces empezó a oír una serie de explosiones desde otro lugar de Urumqi, el mercado de Döng Köruk.
El gobierno de Xinjiang acusa a la líder uigur en el exilio, Rebiya Kadeer, candidata al premio Nobel de la Paz, de haber instigado las protestas a través de mensajes en internet.