El personal de la embajada de Ecuador en Londres "siempre" sospechó que la empresa española de seguridad UC Global, encargada de proteger la legación, espiaba a Julian Assange durante el período que estuvo asilado allí, dijo a EFE el ex diplomático Fidel Narváez.
"Siempre sospechamos de la empresa UC Global, desde el primer momento", subraya Narváez en una entrevista en la que asegura que comunicaron esa impresión al gobierno ecuatoriano, aunque "no teníamos certeza" ni pruebas.
Narváez, que sirvió ocho años como cónsul y primer secretario en la embajada de su país en Londres (2010-2018), se declara "completamente seguro de que UC Global "engañó" al gobierno de Quito, entonces presidido por Rafael Correa.
El jurista español Baltasar Garzón presentó sendas querellas en Madrid y Quito por ese espionaje. Un juez de la Audiencia Nacional española admitió a trámite la demanda presentada en Madrid, en la que se investiga la posibilidad de que el material obtenido fuera enviado a Estados Unidos.
La investigación, por la que el dueño de UC Global, David Morales, fue detenido en septiembre en España y posteriormente puesto en libertad con medidas cautelares, encontró también el posible espionaje de un encuentro entre Correa y Garzón, que tuvo lugar en Madrid en 2017.
El propio Assange, fundador de WikiLeaks, declaró al juez José de La Mata por videoconferencia desde Londres en diciembre pasado que fue grabado y escuchado sin su autorización en una operación "eventualmente coordinada por Estados Unidos".
El ex cónsul ecuatoriano se declaró "completamente seguro de que UC Global "engañó" al gobierno de Quito. (Foto: EFE)
"Positivo" que España investigue el espionaje
Narváez consideró este domingo "positivo" que el tribunal español esté investigando el caso, ya que si se demuestra ese espionaje "puede ser un elemento que impida" la extradición de Assange a Estados Unidos.
La empresa española de servicios de seguridad UC Global se ocupó de la seguridad de la embajada ecuatoriana en Londres entre 2015 y 2018, y Narváez explicó que fue contratada directamente desde Quito, ya que se había ganado la "confianza" del gobierno.
La tarea encargada a esa empresa era garantizar la seguridad de la embajada, que estaba siendo "vigilada por la policía" británica y "muy probablemente por los servicios de inteligencia de otro país", explica, en referencia a Estados Unidos.
Tras casi siete años asilado en la embajada ecuatoriana, Assange fue sacado del edificio el 11 de abril de 2019 por la policía británica después de que el actual Gobierno ecuatoriano del presidente Lenín Moreno le retirara esa protección diplomática.
Actualmente está encarcelado en el Reino Unido a la espera del resultado del juicio de extradición, que comenzará el 24 de febrero.
Assange está acusado de espionaje en EE.UU. por la divulgación de documentos diplomáticos de ese país y si es extraditado se expone a una pena de hasta 175 años de cárcel en caso de ser declarado culpable.
"Ensañamiento" judicial contra Assange
Narváez cree que el hecho de que Assange siga encarcelado desde abril pasado, con un régimen de visitas "demasiado restringido", muestra el "ensañamiento" contra él por parte de la Justicia británica, en lo que considera "un caso político" en el que Londres se ha sometido "a los requerimientos" de Estados Unidos.
En este sentido, considera también un "abuso judicial" por parte de la Justicia de Suecia las acusaciones contra Assange por supuesta violación en ese país que estuvieron pendientes durante años y que finalmente fueron archivadas en noviembre pasado.