La Cámara de Diputadas y Diputados despachó a ley este lunes la moción para implementar el uso del cargador universal de dispositivos electrónicos.
Con 127 votos a favor, dos en contra y dos abstenciones, se aprobó la iniciativa que obliga a los proveedores a garantizar la "interoperabilidad" en equipos tecnológicos como tablets, celulares, audífonos, parlantes y consolas portátiles, a través de su interfaz de carga y sin importar la marca.
Este proyecto de ley ya había sido aprobado por unanimidad en la Sala del Senado, por lo que solo faltaba lo propio en su tercer trámite en la Cámara de Diputadas y Diputados.
Respecto a los propósitos de la iniciativa, el diputado Cristóbal Martínez (UDI) -uno de sus impulsores- afirmó que uno de ellos "es medioambiental", dado que ayudará a bajar "los desechos que generan estos aparatos".
A esto sumó el "poder facilitar la vida a todos los chilenos. Más de alguno le ha pasado que el cargador del compañero de banco de trabajo no funciona o que abrimos el cajón y aparece más cables".
En una línea similar, su par frenteamplista Carolina Tello afirmó que esta medida "nos parece un gran paso en materia de protección medioambiental y un alivio real también para el presupuesto de las familias".
El conector USB tipo C, el elegido
"Desde el punto de vista nuestro, (el avance del proyecto) es positivo: tiene que ver con la economía de la que gozarán las personas, porque ocuparán un solo cable para todos sus aparatos", dijo Hernán Calderón, presidente de la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios.
En este sentido, "los mismos cables van a ser más económicos porque serán intercambiables", sostuvo.
Por su parte, de acuerdo con el tecnólogo de la Universidad de Santiago (Usach) Gustavo Alcántara, "lo que se comenta es que se usaría el conector USB tipo C, líder en el mercado actualmente".
En esta línea, el experto afirmó que esta implementación permitirá "mejorar la calidad de los mismos cables para poder asegurar una tasa transferencia de datos aún mayor con el paso del tiempo".
Tras convertirse en ley, se establecerán dos años desde la publicación de la norma en el Diario Oficial para que los dispositivos electrónicos en territorio nacional se comercialicen con la nueva entrada de carga.
La aprobación de esta iniciativa pone a Chile en línea con la Unión Europea, que desde este año rige bajo una ley similar.
