"Mamá, ¿existen las ballenas azules?", fue la pregunta que Maylén Lizette, una niña de 13 años, le hizo a su madre dos meses antes de ahorcarse con una soga en su casa. La menor se había convertido en una nueva víctima del macabro "juego" que se difunde en las redes sociales.
Maylén Villamizar, de 37 años, vive en Cúcuta, Colombia, no sabe mucho de tecnología, no tiene Facebook y antes de la muerte de su hija jamás había escuchado de "La Ballena Azul", por eso cuando le contestó la pregunta a la niña le dijo lo primero que se le vino a la cabeza: "Existen y deben quedar pocas. Están en vías de extinción".
Sin embargo, con la muerte de la menor, entendió que había sido víctima del macabro "juego" que se ha popularizado en las redes sociales y que consiste en pasar 50 etapas. La última, el suicidio.
En conversación con el diario El Mundo de España, la madre relató que "el domingo 16 de abril (12 días antes de la muerte) le vi una foto en el celular de cómo se ataba una soga para ahorcados, paso a paso".
"Le pregunté por qué la tenía y me dijo: 'tranquila: es una foto que me mandaron'. La borró enseguida y me devolvió el celular. 'Bueno, ten cuidado con eso', le dije, y aunque quedé algo preocupada, olvidé el incidente con lo que siempre nos decimos: cosa de adolescentes", añadió.
"Mi hija no tenía celular, me opuse a eso siempre por las violaciones, y la trata de blancas que empiezan por Internet. Usaba el mío", comentó junto con recordar que "yo veía su Facebook, me mostraba fotos de las dos. Y después de morir vine a saber que tenía abiertas tres cuentas secretas más".
Y continuó: "Era muy apegada a mí, dormíamos juntas, era una niña dulce, una gota de miel, habladora, cariñosa. Hasta diciembre, en que se volvió un mar de inconformismo, a todas horas le veía esa arrugadera de cara porque era de día, porque era de noche".
"Si le decía 'vamos hasta el parque', respondía 'no tengo nada que ponerme, no voy'. En los últimos 15 días antes de morir, yo le fastidiaba. Si la besaba, se ponía rígida. Incluso quitó la foto de Facebook en la que estábamos las dos. Yo pensaba: 'es la adolescencia'", afirmó la madre.
"¿La gente que se suicida es valiente o cobarde?"
Los cambios de comportamiento de su hija continuaron. En ocasiones la encontraba despierta en medio de la noche con el celular, otras veces la oía gritar "cumplí el reto de hoy".
Una de los últimos hechos fue otra inquietante pregunta de la niña: "Mamá, ¿la gente que se suicida es valiente o cobarde?". Como hace poco tiempo un vecino se había ahorcado, su madre pensó que el interés de su hija se debía a ese hecho, por lo que le respondió: "Pues yo soy muy cobarde, yo no lo haría".
"Ah, ¿entonces tú piensas que son valientes?", replicó la menor, por lo que su madre precisó: "No, sólo que no hay que criticar a la persona que haga eso".
A los pocos días, la niña abrazó a sus amigos y les dijo que los quería, posteriormente no quiso ir al colegio diciendo que tenía gripe.
Su madre seguía sin entender el extraño comportamiento de su hija, hasta que el 28 de abril la menor apareció ahorcada en una tubería de su casa. Recién ahí entendió que su hija fue víctima de "La Ballena Azul".