¿Debería Facebook donar el dinero que obtuvo "promocionando" al presidente de Siria, Bashar al Assad?
La pregunta surge a raíz de una campaña en las redes sociales que protesta por una serie de anuncios publicados en Facebook vinculados a un sitio de internet llamado Sawa al-Assad, que significa "juntos con al Asad" y fue el logo de la campaña del mandatario sirio en los comicios que le dieron un tercer mandato al mandatario sirio.
Los anuncios no promueven directamente a Asad, sino a este sitio, pero la organización de beneficencia Campaña Siria señala que la iniciativa publicitaria "promovía al régimen de Asad" y se queja de que Facebook haya obtenido ingresos con ello.
En respuesta, la organización creó el sitio AdsForDictators.org ("anunciosparadictadores.org"), un sitio que copia a Facebook y que contiene una petición para que la red social canalice el dinero que obtuvo por esa vía en favor de los refugiados sirios.
"Tienen que traducir ese dinero en algo limpio", afirma John Jackson, director de Campaña Siria.
"Facebook debe dar el dinero que ganó a una agencia de ayuda confiable que esté apoyando a refugiados sirios", expresó.
Los beneficios
No se sabe cuánto generó la red social con esta publicidad, aunque se cree que no es una suma sustancial, dado el lapso de tiempo que cubrió.
Facebook no ha dado a conocer cifras y sólo ha dicho que la publicidad no surgió desde Siria y que, por lo tanto, no viola las sanciones internacionales impuestas al país.
"Siempre retiramos anuncios que violan nuestra política", aseguró la compañía.
Tampoco está claro qué políticas habrían sido violadas con esta publicidad.
En ella no se recurre a discursos provocadores y la propaganda es, por lo general, permitida en Facebook.
La protesta en las redes sociales coincide con otra controversia que también está muy viva en ese entorno: la del triunfo de al Asad en los cuestionados comicios sirios.
Los datos oficiales señalan que el mandatario fue reelegido con una abrumadora mayoría de los votos (88,7%) y, según esa versión, la participación fue sorprendentemente elevada: 73%.
Pero los críticos de al Asad y la oposición siria en las áreas controladas por rebeldes han calificado la elección de una farsa.