La ''usurpación de nombre" es un delito y puede originar otros ilícitos, como fraudes.
Durante 2013 subieron en un 50 por ciento los casos reportados.
La PDI advirtió que las contraseñas de correo electrónico y redes sociales no se deben entregar "ni a los amigos ni a la polola".
Una década de existencia conmemora este martes la red social Facebook. La masificación de ésta y de similares como Twitter, además del uso de los correos electrónicos, han facilitado la comunicación y el intercambio de información entre las personas, pero también se han convertido en un nuevo instrumento para que actúen los delincuentes y estafadores.
Por ello la Policía de Investigaciones salió a resaltar hoy la importancia de que los usuarios denuncien la suplantación de identidad en estos medios virtuales, que está calificada como delito y puede dar pie a otra clase de engaños.
"El delito de usurpación de nombre se produce cuando una persona, ya sea conocida o desconocida, toma control de una red social como Facebook o el correo electrónico y se apodera de éste para hacerse pasar por el propietario, ya sea para dejarlo mal (al propietario) o para aprovechar de cometer algún tipo de delito, un fraude, por ejemplo", explicó el subcomisario de la Brigada del Cibercrimen de la PDI Danic Maldonado.
En entrevista con "Ahora Noticias" de MEGA, el detective destacó que ya en 2013 aumentaron en un 50 por ciento las denuncias por casos de suplantación en Chile.
"Esto ha ido creciendo fundamentalmente porque la gente está tomando conciencia de que, en definitiva, frente a una situación de esta naturaleza debe necesariamente efectuar la denuncia. Es probable que, si no lo hace, un tercero pudiera estar mal utilizando eso para cometer algún delito, por ejemplo un fraude", destacó Maldonado, quien también apuntó a la propia responsabilidad de los usuarios en el robo de cuentas.
Cuidado hasta con "la polola"
"Hay gente que se dedica específicamente a cometer fraudes en Internet, pero también las personas ocupan claves bastante sencillas; generalmente tienen varias cuentas de perfiles o correo electrónico y utilizan la misma contraseña para todas sus cuentas"; siendo la más común de ellas la "123456", que "claramente permite un fácil acceso".
Un cibernauta "jamás debe transferir la contraseña a un tercero, por más confianza que yo tenga con un amigo, con la polola, porque puede ser que en algún momento sea mal utilizado y luego sea citado por algún tribunal para dar cuenta de esa situación", subrayó el oficial.
¿Qué hacer en caso de haber sido ya suplantado? "Uno puede hacer la solicitud a través de la misma página (de la red social o correo electrónico). Estas páginas siempre tienen algún tipo de servicio donde es posible solicitar la baja de ese perfil falso en Facebook y Twitter; a veces es un poquito engorroso, pero existen los mecanismos", explicó Danic Maldonado.
Ello "depende de la empresa, nosotros (la PDI) no tenemos control sobre ese tema. Si estamos hablando de un perfil (falso) de Facebook necesariamente se debe hacer la consulta a Facebook en Estados Unidos para que nos entregue los datos de acceso", pero "en definitiva, siempre que se cree un perfil falso en la red social que sea es posible realizar la denuncia respectiva por usurpación de nombre" para que ello sea investigado por la PDI, sentenció el detective.
