El Papa Benedicto XVI rechaza las motivaciones religiosas de la violencia, respeta al Islam y busca el diálogo con las otras religiones y culturas, afirmó el portavoz vaticano, Federico Lombardi.
El jesuita debió salir a enfriar las relaciones con el mundo islámico, luego de las duras críticas hechas al Papa por dirigentes musulmanes debido al discurso pronunciado el pasado miércoles en la Universidad de Ratisbona, Alemania, en el que condenó el integrismo religioso, afirmó que la jihad (guerra santa) del Islam está contra Dios y que defender la fe con la violencia es una cosa "irracional".
"Debido a las reacciones de dirigentes musulmanes sobre algunos párrafos del discurso del Papa en la Universidad de Ratisbona es oportuno resaltar que, como se desprende de una cuidadosa lectura del texto, el Pontífice rechaza de manera clara y radical las motivaciones religiosas de la violencia", afirmó Lombardi.
El vocero agregó que "no estaba" en la intención del Papa realizar "un estudio profundo sobre la jihad y sobre el pensamiento musulmán al respecto "y mucho menos ofender la sensibilidad de los creyentes".
Lombardi aseguró que incluso en los discursos del Papa aparece claramente la advertencia, "dirigida a la cultura occidental" para que se evite "el desprecio de Dios y el cinismo que considera el desprecio de lo sagrado un derecho de libertad".
En el discurso de Ratisbona, donde enseñó Dogmática entre 1969 y 1971, Benedicto XVI resaltó también las contradicciones entre el Islam moderado y el fanático y advirtió que las "culturas profundamente religiosas" en velada referencia al mundo musulmán- ven en la exclusión de Dios cada vez más asentada en Occidente como "un ataque" a sus convicciones más íntimas.
Echando mano de un diálogo entre el emperador bizantino Manuel II Paleólogo (1391) con un persa, recogido en un libro actual, el Papa resaltó que el mandatario decía a su interlocutor que en Mahoma sólo se veían "cosas malas e inhumanas, como su orden de difundir usando la espada la fe que él predicaba", mientras que el Corán proclama "ninguna obligación en las cosas de la fe".
Entre los que han criticado al Papa se encuentran los Hermanos Musulmanes egipcios, la mayor fuerza de la oposición en el país, que han dicho que sus palabras "dañan" el Islam.
Líderes musulmanes de Alemania, Turquía, Francia, entre otros, también han acusado al cardenal germano de desconocer el Islam y de que sus palabras están cargadas de odio y resentimiento. (EFE)