Los jóvenes han desempeñado un papel clave en la revitalización rural de China.
Bai Long y algunos miembros de su equipo posan en el lugar donde organizaron una propuesta de matrimonio para turistas en la aldea de Xue’ao, ciudad de Ningbo, provincia de Zhejiang.
La pasión y el esfuerzo son lo que llevaron a la veinteañera Wang Jing a convertirse en directora ejecutiva. Ella asumió el cargo en junio de 2022. Aunque la empresa de comercio electrónico que dirige tiene solo 10 empleados, ha servido para darle un gran impulso a la economía de su pueblo natal.
Wang, quien actualmente tiene 26 años, es una de los muchos directores ejecutivos de aldeas que han asumido cargos en China en los últimos años.
Los directores generales de aldeas, también conocidos como administradores agrícolas, se encuentran entre las 13 nuevas profesiones agregadas en 2019 a la lista oficial de profesiones administradas conjuntamente por el Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social, la Administración Estatal de Regulación del Mercado y el Buró Nacional de Estadísticas.
Según el Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social, los directores generales de aldeas son quienes gestionan las organizaciones de cooperación económica rural, como las cooperativas agrícolas, así como quienes supervisan la producción agrícola, ofrecen apoyo técnico o ayudan a comercializar los productos locales.
De acuerdo con dicha cartera, en 2023 había más de 2 millones de directores ejecutivos trabajando en ciudades y pueblos de toda China.
Después de graduarse de la Universidad Normal de Gannan, en la provincia de Jiangxi, la joven Wang inició su propio negocio de comercio electrónico en la ciudad de Shenzhen, provincia de Guangdong. Pese a que su familia se opuso, en 2022 tomó la decisión de regresar a su pueblo natal, la aldea de San'erwu, en el distrito de Xunwu, para trabajar como directora ejecutiva de la aldea, motivada por un profundo sentido de responsabilidad y las ganas de ayudar a una zona menos desarrollada.
La mayoría de los 4000 residentes de la aldea son personas mayores, ya que una gran parte de los jóvenes han emigrado a la ciudad en busca de oportunidades laborales. A través de una investigación en terreno, Wang se percató de que pese a que muchos residentes locales se ganaban la vida a través del cultivo de frutas, como naranjas y maracuyá, las ventas seguían siendo un obstáculo.
Tras ello, estableció una empresa de comercio electrónico para vender la fruta bajo el comité de aldeanos. En China, los comités de aldeanos son organizaciones para la autogestión de las aldeas, integradas normalmente por cinco residentes que gestionan los asuntos locales. La empresa de Wang entrega el 90 por ciento de sus ganancias anuales a la aldea y sus empleados pueden recibir un pago directo por su trabajo.
"Como directora general, trabajo principalmente en el seguimiento de la calidad de los productos y en la planificación general. Somos un equipo pequeño, pero todos los que formamos parte de este nacimos después del año 2000 y podemos realizar múltiples tareas de marketing", señala Wang al semanario Beijing Review.
Comenzar no fue una tarea fácil. "Muchas personas mayores no tenían idea del comercio electrónico ni de sus beneficios, y también fue difícil atraer a consumidores al principio", recuerda.
Wang abrió una tienda en Taobao, el mercado en línea del gigante Alibaba, y en aplicaciones populares de estilo de vida como Xiaohongshu. Solo en 2022, las ventas de fruta superaron las 100 toneladas, lo que generó más de 100.000 yuanes (13.904 dólares) de ingresos para la aldea. En comparación con la venta de la fruta en los mercados mayoristas tradicionales, los agricultores locales han logrado ganar alrededor de un 20 por ciento más cada año gracias a dichos canales en línea.
La empresa se ha granjeado un creciente apoyo al presentar las virtudes del comercio electrónico a los residentes locales y compartir con ellos las ganancias de las ventas.
Hasta la fecha, más de 30 aldeanos han sido capacitados para realizar transmisiones en vivo con el fin de promover los productos locales. Xie Wendi, de 30 años, comenzó a realizar transmisiones en vivo en 2022, gracias a lo cual ahora puede trabajar y cuidar de su familia de cinco integrantes.
Para impulsar más la industria frutícola, Wang se asoció con el gigante chino de tecnología Tencent para introducir una plataforma en la nube que permite a los consumidores cultivar su propia maracuyá en el pueblo de forma remota. "Los consumidores pueden observar el crecimiento de su fruta en la plataforma y luego recibirla en la aldea una vez que esté madura. Esta innovadora plataforma ha servido para atraer a muchos consumidores y visitantes a la aldea", explica.
Según Wang, el director ejecutivo de una aldea debe ser un observador atento a la hora de identificar industrias con potencial y desarrollar programas sostenibles. En razón del éxito que ha tenido, otras aldeas cercanas se han acercado para conocer el modelo de negocio de la empresa que lidera.
En febrero de 2023, un grupo de jóvenes se instaló en la aldea de Xue'ao, en la ciudad de Ningbo, provincia de Zhejiang, donde comenzó a gestionar una granja local. Ya que muchos jóvenes de Xue'ao han emigrado a zonas urbanas por razones laborales, la llegada de este equipo de jóvenes –ninguno de los cuales proviene de Zhejiang– despertó mucha curiosidad en la aldea.
El equipo está integrado por 14 personas, todas nacidas después del año 2000. Bai Long, quien lidera el equipo, tenía apenas 23 años cuando puso en marcha su start-up en agosto de 2022, y se ha asociado con distintos gobiernos locales para lanzar programas de turismo rural.
Dichos programas incluyen campamentos, viajes de estudio y fiestas al aire libre en zonas rurales de toda la provincia. Asimismo, el equipo transformó un almacén de Xue'ao en una cafetería, la cual ha atraído a un número cada vez mayor de clientes desde marzo de 2023. De manera paralela, los jóvenes emprendedores han contratado los servicios de los locales como guías turísticos, y los han impulsado a abrir sus propios restaurantes y albergues.
Bai ve a los miembros de su equipo más como socios que como empleados. "Muchos chinos de la generación Z han crecido en familias moderadamente acomodadas. En lugar de buscar salarios altos y estables, buscan hacer realidad sus sueños y disfrutar en el trabajo", sostiene Bai, quien detalla que los miembros del equipo no tienen un salario fijo garantizado, pero trabajan por comisión. Algunos de ellos incluso están estudiando en el extranjero, pero desean regresar una vez que finalicen sus estudios para poder integrarse plenamente al equipo.
Para los jóvenes miembros, trabajar en el campo ha presentado muchos desafíos. "Muchos en la aldea son personas mayores y solo hablan dialectos locales, y muchas veces son reacios a los cambios", indica Bai.
La mala infraestructura también ha sido un problema. En febrero de 2023, los suministros de electricidad y agua en la granja fueron suspendidos durante 12 días debido a una falla técnica.
Aun así, el joven equipo desea hacer todo lo posible para lograr cambios positivos en la aldea. Por ejemplo, un grupo de residentes locales están siendo capacitados como guías y se hará entrega del programa turístico que la start-up ha desarrollado para que los lugareños puedan continuar trabajando de forma sostenible a largo plazo.
"Los jóvenes desempeñan un papel clave en la revitalización rural, por lo que una mejor infraestructura y políticas preferenciales atraerán a más empresarios a impulsar el desarrollo de las aldeas", afirma Bai.
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